Venezuela ratificó su deseo de ingresar al Mercosur en 2008, cuyos presidentes aprobaron una declaración ratificando esa voluntad en la Cumbre del bloque, mientras se aguarda que los parlamentos de Brasil y Paraguay aprueben el protocolo de adhesión.
Pese a la vigilia, que pareció exasperar al presidente venezolano, Hugo Chávez, quien en su momento amenazó con «preparar la solicitud de retiro del proceso», la cumbre de Montevideo exhibió a un complaciente mandatario caribeño que se deshizo en elogios al bloque regional.
«Venezuela quiere venir al Mercosur a sumar nuestro modesto potencial al gran potencial de la unión del sur, porque del destino del Mercosur depende el destino de Sudamérica y por eso hay que cuidarlo tanto», subrayó Chávez durante su alocución.
«Nos tocará esperar la ronda para asumir la presidencia pro témpore, pero eso no es lo más importante, porque desde antes que concluya el proceso hemos venido preparándonos para el acoplamiento, decidimos a mirar hacia el sur y abrazarnos con Sudamérica», apuntó.
En contrapartida, «nos retiramos de la CAN (Comunidad Andina de Naciones) y no pensamos volver aún cuando nos lo han solicitado algunos amigos presidentes», aseveró.
El ingreso de Venezuela al Mercosur pende de la ratificación de los congresos de Brasil y Paraguay, algo que no ocurrirá en lo que resta de 2007, contrario a los deseos de Chávez, que primero intentó imponer como plazo setiembre, luego extendió la espera hasta fin de año y hoy abrió el compás hasta el próximo año.
«Ojalá pronto se concrete nuestro ingreso para abrir las compuertas de las importaciones de alimentos, bienes, servicios, maquinaria» y en segundo término, «prestar mayor ayuda a los países más pequeños (Uruguay y Paraguay)», observó.
Chávez se mostró confiado en que Venezuela puede contribuir «al compacto de las asimetrías» existentes entre los países del bloque, a través de la conformación de acuerdos bilaterales y un aumento de la inversión en infraestructura y en obras públicas.
Señaló asimismo que la nación caribeña cerrará 2007 con un monto total de importaciones que oscila entre 55 mil y 60 mil millones de dólares, «la mayor parte de las cuales sigue viniendo del norte, cuando nosotros queremos que vengan del sur», acotó.
Chávez se llevó de Montevideo una declaración del bloque en la cual se expresa «que la incorporación plena de la República Bolivariana de Venezuela al Mercosur constituirá un paso fundamental para el fortalecimiento del Mercosur y la consolidación del proceso de integración de América del Sur en el contexto de la integración latinoamericana».
Los países miembro «confirmaron su voluntad política de culminar el tratamiento de los aspectos pendientes para la conclusión del proceso de adhesión de la República Bolivariana de Venezuela al Mercosur, a la mayor brevedad posible».
La presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, quien esta jornada asumió la presidencia pro témpore del bloque hasta junio de 2008, dijo que aguarda con «expectativa» el ingreso del quinto miembro pleno al mercado común que integra su país junto a Brasil, Paraguay y Uruguay.
«La presencia de Venezuela en el Mercosur va a permitir configurar el cierre de la ecuación energética», agregó, algo que consideró fundamental en el proceso de integración.
Durante la cumbre, el canciller uruguayo, Reinaldo Gargano, se comprometió a «dar batalla» para cristalizar la postergada adhesión y anunció que «personalmente» habrá de pedir a los congresos paraguayo y brasileño que aceleren la aprobación.
De su lado el presidente de la Comisión de Representantes Permanentes del bloque, Carlos ’Chacho’ Alvarez, estimó «vital» el rol que puede emprender Venezuela «contribuyendo desde el Mercosur a construir la comunidad sudamericana de naciones».