Las autoridades sauditas esperan la llegada este fin de semana de más de un millón y medio de extranjeros que participarán, a partir del lunes, en el tradicional peregrinaje a La Meca (el hadj).
Esta tradicional celebración islámica, en la que participan también miles de sauditas y extranjeros que viven en el reino árabe, comenzará el lunes en Mina, un valle árido situado a 10 km de La Meca.
El momento cumbre de la celebración será el martes, cuando los fieles se congreguen en el monte Arafat, cerca de La Meca, y el miércoles, con la celebración de la fiesta del sacrificio, el Aid al-Adha.
Los peregrinos podrán pasar otras dos jornadas en Mina para la lapidación de las estelas que simbolizan al diablo, el último rito de la peregrinación y el momento de mayor peligro por las habituales avalanchas.
En 1990 murieron mil 426 en el más mortífero de los incidentes ocurridos hasta ahora. En 2006 año murieron 364 personas y en 2005 otros 251 peregrinos.
Para que no se reproduzcan estos episodios, las autoridades sauditas han movilizado a 11 mil médicos, enfermeras y personal sanitario que asistirán a los peregrinos en 21 hospitales y 145 dispensarios con una capacidad total de 4 mil 200 camas. Estos servicios contarán con el apoyo de 85 ambulancias.
El ministro del Interior saudita y presidente del Alto Comisionado para el Hadj, el príncipe Nayef Ben Abdel Aziz, inspeccionará hoy los preparativos para el peregrinaje y supervisará la tercera fase de construcción de un nuevo puente, en el lugar de las lapidaciones, informó la agencia oficial Spa.