Para España, nuevo tratado es «salto cualitativo» en materia



El «gran salto cualitativo» en materia de polí­tica migratoria es uno de los «avances fundamentales» del nuevo tratado europeo y el que más beneficia a España del texto firmado hoy en Lisboa, explicó el secretario español de Estado de Asuntos Europeos, Alberto Navarro.

«Con la inmigración se va a dar un gran salto cualitativo, un gran salto adelante. Seguramente es lo que más beneficia a España en este momento en el nuevo Tratado. Si yo tuviera que resumir en tres los avances fundamentales que introduce el Tratado de Lisboa, serí­an la polí­tica exterior, la inmigración y el cambio climático y la energí­a», dijo Navarro.

«Somos en estos momentos el paí­s de la Unión Europea que más inmigrantes recibe y el que más presión migratoria sostiene, y el Tratado de Lisboa sienta las bases para crear una polí­tica de inmigración común, algo absolutamente esencial para nosotros y por lo que España llevaba peleando los últimos años», agregó.

El diplomático, que negoció por España el nuevo tratado durante la presidencia alemana de la UE en el primer semestre de 2007, destacó el hecho de que el texto que reemplaza a la difunta Constitución recoge «por vez primera» en la historia del bloque el concepto de solidaridad desde un punto de vista integral.

«El nuevo Tratado establece el principio de solidaridad entre los Estados, pero solidaridad de una forma integral, por primera vez, incluso solidaridad en el ámbito financiero», dijo.

A juicio de Navarro, el Tratado de Lisboa se logra no sólo poner las bases para una organización comunitaria de la inmigración, sino que también permitirá en el futuro sacar adelantes más iniciativas en el área, debido al sistema de votación por mayorí­a cualificada que introduce el texto.

«Este Tratado nos va a permitir tomar decisiones en materia migratoria por mayorí­a cualificada. Hasta ahora tení­amos que adoptar las decisiones por unanimidad y siempre habí­a algún Estado de los veintisiete que intentaba conseguir algún tipo de contraprestación o que tení­a algún problema e impedí­a con ello avanzar», indicó.

«El Tratado nos facilita lo que es necesario y yo creo que los ciudadanos estiman también: viviendo en un gran espacio sin fronteras como es Europa necesitamos un cierto control de las fronteras exteriores y favorecer las polí­ticas de inmigración legal, a ser posible con contrato de trabajo, y de integración social», argumentó.

En otro orden de cosas, Alberto Navarro admitió que el nuevo tratado no da solución al problema turco, pero apostó por el ingreso de Turquí­a en la UE, en medio del gran debate sobre la ampliación del bloque al gran paí­s de mayorí­a musulmana.

«A España le interesa que Turquí­a esté en Europa. Y no sólo por motivos geoestratégicos, que son fundamentales, sino también por factores económicos. No en vano, Turquí­a es el segundo mercado para España fuera de la UE», explicó.

«Turquí­a es el único mercado al que hemos exportado la alta velocidad. El tren de alta velocidad entre Estambul y Ankara es un tren totalmente español, no sólo los trenes, sino también toda la obra civil y las infraestructuras», concluyó.