Carlos Emilio Amaya


El pequeño guatemalteco de 12 años, Carlos Emilio Amaya, a su corta edad es uno de los compatriotas que ha destacado en el tenis de campo, donde ha cosechado muchos triunfos para su paí­s.


Fue su padre, Enrique Amaya, quien lo inició en la práctica de este deporte en el 2002. «Jugaba conmigo en las canchas del primer club de tenis en donde fui administrador, a la vez que daba clases, pues desde muy chico le nació la inquietud de practicar el tenis», recuerda el progenitor de Emilio.

Emilio logró este año el primer lugar a nivel nacional en la categorí­a de 12 años y en Centroamérica, después de figurar en el octavo lugar, pasó al sexto.

En el campeonato conocido como CONTECA, también alcanzó el lugar más privilegiado, en dobles.

Desde el inicio de Emilio en el tenis, su papá se trazó la meta de mantenerlo dentro de los cuatro primeros lugares a nivel nacional, pues este es un deporte individual.

«Esta disciplina requiere de muchos horas de preparación, lo cual se hace más difí­cil a los niños de esta edad debido a que deben de combinar estudio y entrenamiento», observa Enrique.

Uno de los rivales más duros a vencer que le ha tocado a Emilio ha sido Estefan González, hijo del entrenador de la Selección Nacional de Tenis, Wilfredo González.

No obstante, el año pasado se anotó el triunfo ante Estefan y llegó hasta los cuartos de final en un torneo con adultos celebrado en el club Hacienda Nueva.

Este año sube a la categorí­a 14 y como siempre, espera meterse dentro de los primeros cuatro puestos.

Es admirador acérrimo del número dos del tenis mundial, el español Rafael Nadal, así­ como al suizo Roger Federer, a quienes trata de imitar en cada movimiento.

En el futuro desea conseguir una beca universitaria, para intercalar sus estudios con el tenis, que desea ajustar a nivel profesional.

Estuvo en Italia dos años, pero sus padres no consiguieron el apoyo necesario de parte de la Federación Nacional de Tenis.

«Ojalá el ejemplo de mi hijo contribuya a la formación de otros niños en el deporte de cualquier disciplina, pues esto nos ayudará a salir de la Guatemala tan violenta que estamos viviendo», finalizó el padre de Emilio.