Con el lema Muchas especies. Un planeta. Un futuro, la Organización de Naciones Unidas (ONU) celebró a nivel mundial el pasado cinco de junio el Día Mundial del Medio Ambiente. Su objetivo fue mejorar el manejo de la riqueza de especies y de los ecosistemas en todos los países pues, a pesar de los esfuerzos de conservación, aún es alta la tasa de extinción de especies. La celebración pretende fomentar la sensibilización de la comunidad internacional hacia la protección del ambiente. La delectación que nos produce la belleza de los animales, su gracia, su canto melodioso, sus hábiles construcciones, no deja duda acerca de que ellos son parte de la naturaleza. Y las plantas que sustentan nuestra vida a su vez la embellecen, el ascenso de la vida se convierte en una apertura al infinito.
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En Guatemala hoy se asume el reto de enfrentar las implicaciones de un grave daño ambiental como consecuencia de la basura, incendios forestales, tala de bosques, contaminación, cambio climático, y no detener la tendencia que propicia la extinción de especies. Es necesario, entonces, crear y fortalecer una nueva conciencia ecológica.
El Día Mundial del Medio Ambiente también tiene el propósito de ubicar a los seres humanos como entes integrados y organizados dentro de “un conjunto de unidades interrelacionadas de una manera más o menos compleja que actúan en función de un todoâ€, siendo parte de una estructura en la cual su racionalidad queda en juego con un futuro que depende de ésta. En un sentido ecológico propiamente dicho, contemplamos la presencia humana como un importante factor de equilibrio en los ecosistemas.
Mujeres y hombres son actores de un drama que ellos han forjado y aunque continúan luchando contra la pobreza, las enfermedades y la explotación del trabajo, es el momento en que la sociedad tecnológica se percata que al dar cada paso hacia adelante fortalece al ser humano, pero al mismo tiempo parece hacerlo más impotente: la ciencia actual conlleva la amenaza nuclear, y el aumento de la población hacia las ciudades ha originado nuevos tipos de pobreza y un escuálido urbanismo.
En el Día Mundial del Medio Ambiente es necesario reflexionar con relación al significado del cambio climático, lo cual no significa desconocer que todos los países tienen derecho a explotar racionalmente sus recursos renovables y no renovables, según sus políticas ambientales y de desarrollo, pero también deben promulgarse leyes eficaces relativas a la protección del ambiente. Cambio climático significa una modificación del clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y se suma a la variabilidad natural del clima.
También es relevante destacar como un aspecto especial lo relativo al término sustentabilidad. Es posible impulsarlo con la acción estructurada de los seres humanos en los aspectos económicos, sociales y culturales. Un proceso de cambio progresivo en la calidad de vida de hombres y mujeres, crecimiento económico con equidad social, transformación de los métodos de producción y patrones de consumo en que se sustenta el equilibrio ecológico, respeto a la diversidad étnica y cultural regional, así como la convivencia pacífica y en armonía con la naturaleza, sin comprometer y garantizando la calidad de vida de las generaciones futuras, son los planteamientos básicos del desarrollo sustentable.
Es importante destacar lo expuesto en el Popol Vuh, cuando señala que en la naturaleza se desarrollan relaciones e interrelaciones, lo cual significa que miles de especies conviven y forman parte de un conjunto donde cada quien tiene una función específica en el equilibrio ecológico. También es necesario dedicarle atención al desarrollo humano, promoviendo adecuados modelos de producción para mejorar las condiciones de existencia en el área rural.
Este aspecto implica ubicar tecnologías apropiadas para responder a las necesidades sociales, con el propósito de preservar el uso sostenido de los recursos naturales.