Turquía lanzó hoy, ante la conferencia ministerial de países vecinos de Irak en Estambul, un nuevo llamamiento a una acción «urgente» contra los rebeldes kurdos replegados en el norte de Irak, a los que Bagdad aseguró cortar «todo suministro logístico», en adelante.
«El hecho de que las organizaciones terroristas con base en ciertas regiones de Irak provoquen daños en los Estados vecinos es una cuestión que necesita medidas urgentes y sustanciales», declaró el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, en su discurso de apertura de la sesión de hoy de la conferencia.
«El restablecimiento de la seguridad interior y de la estabilidad de Irak es de una importancia vital para este país y sus vecinos», añadió Erdogan.
En este contexto, hizo un llamamiento a los Estados vecinos de Irak para acudir en ayuda de la administración de Bagdad de cara a poner fin al derramamiento de sangre a lo largo del país, destrozado por la guerra, y para detener a los insurgentes.
El jefe de gobierno iraquí, Nuri Al Maliki, dio, por su parte, una visión más optimista sobre la situación de su país.
«La violencia étnica baja. La guerra civil que Al Qaida quería sembrar ha sido evitada», declaró al Maliki. «Irak ha pasado el período de peligro, es más fuerte y está más experimentado actualmente», añadió.
Asimismo, hizo un llamamiento a la comunidad internacional para apoyar los esfuerzos de Bagdad en los campos de la reconstrucción económica y de la lucha contra la violencia. También animó a los países vecinos a impedir «la infiltración de terroristas».
El primer ministro iraquí llamó a la cooperación contra los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
El portavoz del gobierno iraquí, Ali Dabbagh, anunció nuevas medidas.
«Se tomaron medidas de seguridad, el control de toda persona sospechosa de ser miembro (del PKK) en la región del Kurdistán y en todo Irak», al tiempo que añadía que «es un plan que comenzó hoy, sábado, en la región del Kurdistán. Hoy es el primer día de su entrada en aplicación».
La situación en el Kurdistán centró buena parte de las declaraciones de la conferencia, a la que también asistieron el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y los países del G8.
«Llamamos con fuerza, no solamente al gobierno central iraquí, sino también al gobierno regional kurdo a impedir que los terroristas utilicen su territorio para ataques (contra Turquía)», declaró la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner.
«Por otro lado, también pensamos que el problema sólo puede ser resuelto a través de la cooperación y el diálogo entre los gobiernos», indicó, al tiempo que afirmaba que «Turquía no tiene que reaccionar de manera desproporcionada».
Por otro lado, Ban Ki-moon juzgó como «inaceptable» el uso del territorio iraquí para atacar Turquía por parte de los rebeldes kurdos, al tiempo que llamó a la creación de mecanismos de cooperación entre Ankara y Bagdad para asegurar la impermeabilidad de su frontera.
La secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, debía mantener este sábado una reunión trilateral con responsables turcos e iraquíes, un día después de las entrevistas separadas con las dos partes y a dos días del encuentro entre Erdogan y el presidente estadounidense, George W. Bush, en Washington.
La conferencia ministerial sobre Irak, reunida hoy en Estambul, tiene previsto pedir el fin de las «actividades terroristas» en el territorio iraquí, según el proyecto de declaración final citado por una fuente turca cercana a las conversaciones.
«El proyecto de declaración final condena las actividades terroristas en Irak y hace hincapié en el hecho de que el suelo iraquí no debe ser utilizado para perpetrar actividades terroristas», indicó la fuente que pidió mantener el anonimato.
El proyecto «llama a Irak a mejorar la cooperación con los países vecinos contra el terrorismo, incita al control de las fronteras comunes y llama a poner fin al tráfico de armas hacia y a partir de Irak», según la misma fuente.
El texto pide asimismo que se otorgue un papel más importante a Naciones Unidas en Irak, agregó.
Ankara acusa a los kurdos de Irak, aliados de los estadounidenses, de ofrecer refugio a los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), proporcionándoles armas y explosivos utilizados en operaciones en Turquía.