FOLLONERíA MINERA. No resulta extraño que el ingenioso hidalgo don Eduardo de San Marcos, nata y flor de la automovilística caballería andante, y su fiel escudero Romualdo Tishudo, reciban intimidaciones y amenazas vía electrónica por parte de follones endriagos y vestiglos al servicio de la expoliación minera (y asociados gobiernistas) que se ensañará en las playas del Pacífico. El entuerto minero en el país de la eterna, perpetrado no contra borrosos intereses nacionales sino contra el pueblo guatemalteco, es casi imposible que lo enderezcan ni mil Amadises, Quijotes y Uaios Biatoro juntos, pero no por eso debe bajarse la guardia. Hay que seguir lanza en ristre, tirando un mandoble aquí, una estocada allá, para que tiemblen un poco los entreguistas y vendepatrias ocultos en sus molinos de venenoso viento. *****
Sí, LA MULA ES PARDA. A mi amiga la mula no le hace ninguna gracia que cualquiera ande por ahí o allí afirmando que es parda, así tenga o no tenga pelos de ella en la mano para demostrar su aventurada afirmación. ¿Qué mérito hay en arrancarle a mi amiga la mula un mechón, sea de su lomo, cuello o ancas, para ponerse a aseverar e incluso certificar mediante firma y sello notarial que dicho grupo de pelos es del color marrón de la tierra? Mi amiga la mula considera que no hay ninguna necesidad de dejarla pelona si a todo mundo se le va a ocurrir que para ser creídos de que ella es parda, será necesario andar enseñando muestras del fino y sedoso pelo con que la madre naturaleza la dotó. ¿Qué opina al respecto el Procurador de los Derechos Mulares?
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DENTADURA DE POSTE. Lenguas Mini Uzi y AK-47 andan regando la especie según la cual cierto candidato a alcalde capitalino está en la mira de una conocida marca de dentífrico, para que si pierde en las elecciones firme jugoso contrato con la respectiva agencia publicitaria a fin de que su ubicua sonrisa aparezca ya no en postes sino en minitelenovelas, carteles, diarios, revistas, y en los mismos tubos de la pasta dental, empresa cuyos ejecutivos era imposible que no lo descubrieran, tanto a él como a su sonrisa. Las mismas lenguas M-16 murmuran que toda la dentadura del candidato a alcalde, tan blanca como la nieve, el alabastro o la leche descremada, está valorada en 32 millones de devaluados, a millón la pieza, que se presume están cabales, detalle este que no se aprecia en los postes.
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Llegará el día en que la ciencia y la filosofía deberán considerar a la sociedad humana y su civilización como fenómenos naturales, en el mismo rango de las plagas, las sequías, los terremotos, los huracanes.