El presidente francés Nicolas Sarkozy y su esposa Cecilia anunciaron hoy su separación por «consentimiento mutuo», una situación totalmente inédita para un jefe de Estado en ese país, poniendo fin así a meses de rumores y conjeturas.
La presidencia francesa oficializó en un lacónico comunicado de 15 palabras la separación de la pareja presidencial, que en los últimos días ocupó la primera línea de los medios de comunicación franceses e incluso extranjeros.
Hoy los rumores sobre la separación eclipsaban en varias cabeceras francesas la huelga nacional convocada por los sindicatos de transportes.
«Cecilia y Nicolas Sarkozy anuncian su separación por consentimiento mutuo. No harán ningún comentario», anunció el comunicado del Elíseo, publicado a las 13H20 (11H20 GMT).
Un colaborador del presidente de la República precisó que éste no se explicaría. «Es de dominio privado. Separación o divorcio, ése es su problema. No habrá más comentarios», declaró.
El motivo del divorcio no aparece para nada en el comunicado oficial. En los últimos días, los constitucionalistas habían debatido sobre la posibilidad de que el jefe de Estado se divorcie, dado su estatuto, que lo protege de todo proceso judicial.
Justo después del anuncio de la separación, que llega a los cinco meses de su elección, el presidente galo debía acudir a Lisboa para asistir a una cumbre europea.
Nicolas Sarkozy, de 52 años, el primer divorciado en llegar a la presidencia, se convierte también en el primer jefe de Estado de Francia que se separa oficialmente de su esposa durante su mandato.
Presionado en las últimas semanas por la prensa para clarificar su situación conyugal, Sarkozy ha puesto fin a la incertidumbre. Los periodistas no paraban de hacerle preguntas sobre su vida privada, y el lunes interrogaron a su portavoz sobre la presencia o no de Cecilia en una visita de Estado a Marruecos, prevista la próxima semana.
Tradicionalmente, la primera dama francesa acompaña al jefe del Estado en tales visitas.
Casados desde 1996, la pareja tiene un hijo en común, Louis, de 10 años. Ambos ofrecían la imagen de una familia recompuesta, con las dos hijas, Judith y Jeanne-Marie, nacidas de una primera unión de Cecilia con el animador de televisión Jacques Martin, y Pierre y Jean, los dos hijos que el presidente tuvo de su primer matrimonio.
Cecilia, de 49 años, no volvió a aparecer en público desde el 20 de septiembre, cuando asistió al funeral de su ex marido Jacques Martin.
La pareja presidencial ya había vivido una situación difícil en 2005, cuando se separó por primera vez. Un año después volvió a unirse, «para bien» y «sin duda para siempre», según comentó entonces Sarkozy.
Tras haber sido jefa de gabinete de su marido, Cecilia Sarkozy marcó luego sus distancias y apenas apareció en público durante la campaña presidencial, si bien se le atribuía una gran influencia desde la sombra.
El presidente, que nunca ocultó la importancia de Cecilia en su vida, aseguró durante la campaña y tras su elección que su esposa «tendría un papel», aún por definir, como primera dama.
No obstante, Cecilia no se instaló en el palacio del Elíseo tras la elección de su marido como presidente, e hizo muy pocas apariciones oficiales.
La entonces primera dama intervino en julio de forma inesperada en la liberación de las enfermeras búlgaras detenidas en Libia, viajando en dos ocasiones a Trípoli como «emisaria personal» de su esposo y acompañando luego a las enfermeras de regreso a Sofía.
A finales de julio, de vacaciones en Estados Unidos con su marido, Cecilia no participó sin embargo en un pícnic con los Bush.
En 2005, antes de separarse temporalmente, Cecilia Sarkozy declaró que «no me veo como primera dama. Me da la lata. No soy políticamente correcta».
La separación de los Sarkozy se produce unos meses después de la de la pareja estrella de la izquierda francesa, Ségolí¨ne Royal -derrotada por Sarkozy en la elección presidencial en mayo -y el líder del Partido Socialista francés, Franí§ois Hollande.
La separación de Nicolas y Cecilia Sarkozy anunciada hoy significa un divorcio, precisó el palacio del Elíseo después del comunicado oficial que hablaba de una «separación por mutuo consentimiento» de la pareja presidencial.