La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, finalizó una gira por Medio Oriente el jueves afirmando que existe una oportunidad de lograr la paz, al tiempo que advertía de que queda todavía mucho trabajo por hacer.
En una iniciativa que puede contribuir a acercar los puntos de vista antes de la conferencia internacional prevista para finales de año, Israel afirmó estar dispuesto a incluir cuestiones clave para la resolución del conflicto en un documento conjunto que elaborará con los palestinos antes de la reunión.
Al término de una gira de cuatro días en la región, centrada en los preparativos de esta reunión internacional, la jefa de la diplomacia estadounidense partió el jueves de Tel Aviv con destino a Londres, donde tenía previsto entrevistarse con el rey Abdalá II de Jordania para intentar ganarse su apoyo.
«Creo que existe una oportunidad pero, por supuesto, queda mucho trabajo por hacer», dijo Rice a última hora del miércoles.
Pese a que el primer ministro israelí había defendido hasta ahora un texto vago y no vinculante, un alto responsable israelí afirmó el jueves que Ehud Olmert accedió a mencionar en «grandes pinceladas» cuestiones como los refugiados, las fronteras definitivas o el estatuto de Jerusalén.
«Haremos referencia a todas las cuestiones clave en el documento conjunto, marcaremos una dirección para las negociaciones, aunque el texto no proporcionará una solución completa a estas cuestiones», declaró el responsable a la AFP.
Este cambio en la posición de Olmer representa un éxito en los esfuerzos de Rice para reducir las diferencias entre israelíes y palestinos. Estos últimos pidieron un acuerdo detallado y un calendario de aplicación de medidas a las cuestiones principales del conflicto.
Inmediatamente después de la reunión organizada por iniciativa del presidente George W. Bush a finales de año en Annapolis, cerca de Washington, se espera que israelíes y palestinos emprendan negociaciones para alcanzar un acuerdo de paz definitivo que conduzca a la creación de un Estado palestino.
Pero el presidente palestino Mahmud Abas advirtió el miércoles que no participará en la reunión si no existen perspectivas reales de obtener resultados y acusó a Israel de obstaculizar los esfuerzos de paz.
«No hay que perder el tiempo porque eso no beneficia a nadie. No podemos ir a la reunión a cualquier precio», declaró Abas a los periodistas después de reunirse con Rice por segunda vez.
Sin embargo, Bush expresó su confianza en Washington de que la reunión siente las bases para la creación de un Estado palestino y la consecución de la paz en Oriente Medio.
Este impulso estadounidense para relanzar el proceso de paz en la región tiene lugar tras siete años de estancamiento diplomático después del colapso de la cumbre de paz de Camp David y la violencia entre las dos partes que ha dejado 5.900 muertos.
En rueda de prensa junto a la ministra israelí de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni, en Jerusalén, Rice afirmó que la reunión debe tratar la cuestiones esenciales.
«No espero que nadie venga a cualquier precio, incluidos nosotros. Esta reunión tiene que ser seria y sustancial y permitir a las partes tratar las cuestiones esenciales», afirmó.
La secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice partió el jueves de Israel al término de una gira de cuatro días en la región centrada en los preparativos de una reunión internacional sobre Medio Oriente que Estados Unidos acoge antes de finales de año.
Rice, que comenzó su gira el domingo, despegó con destino a Londres, donde tenía previsto entrevistarse con el rey Abdalá II de Jordania para intentar ganarse su apoyo a la reunión, que debe celebrarse en Annapolis, cerca de Washington.
Un alto responsable israelí afirmó el jueves que Israel está de acuerdo en mencionar las cuestiones clave de una solución definitiva del conflicto israelo-palestino en un documento conjunto previo a la reunión. El primer ministro israelí Ehud Olmert había defendido hasta ahora un texto vago y no vinculante.
Tras cuatro días de entrevistas intensivas con israelíes y palestinos, Rice reconoció el miércoles tener aun «mucho trabajo por hacer» para asegurar el éxito de esta conferencia, iniciativa del presidente estadounidense Geroge W. Bush.
El presidente palestino Mahmud Abas advirtió el miércoles que no participará a «cualquier precio» en la reunión, reclamando que Estados Unidos presione a Israel para hacer avanzar las negociaciones.