La huelga de conductores de trenes convocada hoy está afectando todo el tráfico ferroviario en Alemania y a cerca de 10 millones de pasajeros, aunque la compañía Deutsche Bahn y el sindicato GDL han retomado las negociaciones para resolver el conflicto que enfrenta a ambas partes desde el verano.
Según Deutsche Bahn, unos 1.700 trenes regionales y suburbanos han sido suprimidos, lo que supone la mitad de los desplazamientos habituales. Los trabajadores están respetando hasta ahora los servicios de los trenes de largo recorrido y de mercancías, tal como exigió un tribunal.
Los mayores problemas se están centrando en las grandes ciudades y en el este del país.
Numerosos usuarios habituales del tren escogieron este viernes el coche para desplazarse, lo que ha provocado gigantescos atascos en casi todas las grandes ciudades, declaró a una televisión el portavoz del club automovilístico ADAC, Maxi Hartung.
Lo peor es que la situación no mejorará «en ningún caso» durante el transcurso del día, advirtió Hartung.
Los ferroviarios prevén realizar el paro, convocado por el sindicato GDL, desde las 02H00 horas pasadas hasta la próxima medianoche local.
Es la movilización más radical que han efectuado hasta el momento los trabajadores, enfrentados a la empresa por un conflicto salarial.
«Esta huelga no conduce a nada», juzgó el responsable del servicio de transporte de personas de Deutsche Bahn, Karl-Friedrich Rausch.
Por su parte, el sindicato GDL denunció este viernes que los trabajadores están sufriendo presiones por parte de la empresa y amenazas de ceses», según el vicepresidente del sindicato, Claus Weselsky.
«Los métodos utilizados por la empresa para impedir esta huelga legal son inaceptables», criticó Weselsky, quien añadió que GDL está estudiando emprender acciones legales contra Deutsche Bahn.
El origen del conflicto es la voluntad de GDL (que agrupa al 80% de los conductores) de un convenio colectivo para los maquinistas separado del convenio general, algo a lo que se opone Deutsche Bahn con el argumento de que eso provocaría una división del personal y protestas de otros colectivos de trabajadores.
De hecho la postura sindical no es uniforme. El jefe del sindicato Transnet, Norbert Hansen, declaró este viernes que la «huelga es totalmente superflua» y su líder «Manfred Schell debería haber anulado la convocatoria a la espera de la nueva oferta anunciada por la compañía el jueves».
Otro sindicato, el DBGA, ya ha aceptado la propuesta de subida salarial lanzada por la dirección de la compañía.
A pesar de la tensión entre las dos partes, dirección de Deutsche Bahn y maquinistas se volvieron a reunir el jueves por la noche para negociar una solución al conflicto.
GDL ya ha anunciado la desconvocatoria de las huelgas programadas para el lunes y el martes y, según un portavoz, la tregua podría prolongarse hasta finales de octubre según discurran las conversaciones.
El presidente de Deutsche Bahn, Hartmut Mehdorn, ha prometido por su parte presentar una nueva oferta este próximo lunes.