Los consumidores europeos se enfrentan desde hace algunos meses a un aumento de los precios de los alimentos como la leche y la mantequilla que ahora se trasladará al yogurt, el queso o aceite vegetal, y que los industriales justifican en el costo de los materias primas agrícolas.
«El precio de la leche, la mantequilla y las pastas ya aumentó entre 20 y 25%. Ahora el impacto se va a hacer sentir en los productos derivados, como el yogurt, el queso o los cereales del desayuno, con un alza esperada de 10% hacia fin de año», dijo el director comercial de la cadena belga de supermercados Colruyit, Jean-Pierre Roelands.
«Para los aceites vegetales, el alza será todavía más pronunciada. Esperamos una progresión de hasta 30% entre noviembre y diciembre», agregó.
La causa de este fenómeno es la explosión de los precios de la materias primas agrícolas, provocada por el crecimiento de la demanda en los países emergentes, malas cosechas debidas al clima y el «boom» de los biocarburantes.
En noviembre, el gigante francés Danone va a proceder a un alza media de sus tarifas a los distribuidores del 10,48% en su mercado nacional (el precio de la lecha aumentó 30% en un año por el alza del alimento para nutrir al ganado).
La misma situación se registra en el número dos europeo del queso, Lactalis, que aumentará sus precios entre 15% y 17% a partir de diciembre.
«La materia prima tiene una fuerte influencia en el precio final. En el caso del queso emmenthal, la leche representa el 80% del costo de producción», se justificó el presidente de Lactalis, Michel Léonard.
Esta progresión de los precios alimenticios es claramente visible en el índice global de la inflación en Europa.
En Italia, el precio del pan subió 7,3% en un año, y el de las patas, plato nacional por excelencia, 4,5%.
Y la Federación de las Industrias Agroalimentarias (Federalimentare) advierte que «las alzas no terminaron» y apuesta a una suba del 2,4% para los precios de los alimentos hasta fin de año, es decir «un aumento de 60 euros para una familia de cuatro personas», según su presidente Giandomenico Auricchio.
En realidad, relativiza Sylvain Broyer, economista del banco Natixis, los alimentos transformados representan sólo el 12% de la canasta de bienes consumidos anualmente por los hogares europeos.
Sin embargo, «eso basta para que surja el sentimiento de inflación en los hogares ya que el consumidor es particularmente sensible a la variación del precio de sus compras de todos los días», dijo.
Del lado de la Federación Europea de Comercio Minorista y Mayorista (Eurocomercio), su secretario general Xavier Durieu señaló que se está asistiendo a un «reequilibramiento» tras varias décadas de precios alimenticios poco elevados.
Pero el argumento no convence a los consumidores, que sospechan que los industriales del sector aprovechan el alza de las materias primas para aumentar en forma exagerada sus márgenes de ganancia.
Desde Alemania hasta España, pasando por Italia, estos son algunos ejemplos del alza de los precios de la alimentación en Europa a partir del aumento de las tarifas de las materias primas agrícolas:
ALEMANIA: según la Federación alemana de Panaderos, los precios aumentaron «entre 5 y 10%» desde principios de año. En cuanto a los productos lácteos, el grupo de distribución REWE afirma que la tarifa de la mantequilla pasó a mitad de año de 79 centavos de euro los 250 gramos a 1,19 euros.
El precio del jugo de manzana, muy consumido en Alemania, explotó tras la «peores cosechas de manzanas de la Unión Europea y los países de Europa del Este en los últimos diez años», según la Federación de Productores de jugos de Frutas. En ciertas regiones, el alza de sus precios llegó al 100% para los jugos normales y 250% para los concentrados, según la federación.
ESPAí‘A: el precio de pan aumentó 8,1% en un año, el de la leche 11,1%, el de la carne de ave 11,3% y el de las frutas y hortalizas 7,3%, según el Instituto Nacional de Estadística. La asociación de consumidores CEACCU lanzó una campaña para el control de los precios, denunciando que las alzas «afectan productos esenciales para todos los consumidores, especialmente los más pobres».
REPUBLICA CHECA: los consumidores tienen una tendencia a reemplazar la mantequilla, cuyo precio aumentó 30% desde junio, por la margarina, más barata. Las ventas de mantequilla del grupo de distribución británico Tesco, muy presente en el país, cayeron entre un 20 y un 30%, mientras que las de la margarina subieron 10%, según un portavoz de la compañía.
POLONIA: los consumidores se quejan de un aumento vertiginoso de los productos básicos. El litro de leche descremada (2% de materia grasa) pasó de 0,40 euros en julio a 0,60 euros actualmente, según cifras del servicio a los consumidores de Varsovia. Algunos tipos de pan aumentaron 30% en el mismo periodo.
ITALIA: según el Instituto de Estadísticas (Istat) italiano, el precio del pan aumentó en septiembre 7,3% en un año y el de las pastas 4,5%. La federación de industriales agroalimentarios (Federalimentare) se defiende afirmando que en 10 años, los precios de los alimentos transformados aumentaron 28%, contra 30% de la inflación en general.