Tener los senos voluptuosos, el vientre plano o la boca carnosa en Brasil ya no es exclusividad de los ricos: la baja de las tasas de interés y las facilidades de crédito democratizaron ampliamente el acceso a la cirugía estética.
«Con la estabilidad del real brasileño, es mucho más fácil financiar una operación que en tiempos de inflación», declaró Luis Haroldo Pereira, miembro de la Sociedad Brasileña de Cirugía Plástica (SBCP), que agrupa a más de 4.000 cirujanos.
«Desde hace cinco años, hombres y mujeres que no se veían antes vienen ahora a consultarnos, por ejemplo pequeños comerciantes de la periferia que provienen de la economía informal», destacó.
La reducción de las tasas de interés y el aumento de la demanda llevó a que se aplicaran a la industria de la belleza las mismas modalidades de crédito que las del mercado de muebles o electrodomésticos: crédito automático y financiamientos en cuotas mensuales.
La demanda hizo surgir organismos de crédito especializados que negocian con los bancos tasas menos elevadas y plazos que llegan hasta a 60 meses. Este tipo de organismos, que ofrece intereses de 26% anual, contra el 42% que demandan los bancos como promedio, está en plena expansión.
«Se gana en volumen. Es una regla básica del mercado. El volumen hace viable el precio», explicó Arnaldo Korn, director del Centro Nacional intermediario de servicios de cirugía plástica, al diario O Globo.
Si las publicidades en los diarios proponen teléfonos y computadoras portátiles a pagar en doce cuotas sin intereses, estos organismos de crédito ofrecen senos nuevos o nalgas más turgentes pagaderas en 24 meses. Una boca carnosa puede costar 25 dólares mensuales y una liposucción 81 dólares por mes, a tres años.
Pero la SBCP critica estos organismos de crédito que, por ejemplo, buscan a sus clientes en los centros comerciales.
«Es una mercantilización de la medicina, contraria al código ético y que resulta en una mala calidad del servicio», declaró Douglas Jorge, tesorero de la SBCP.
«Individualmente nosotros podemos facilitar el crédito pero no hacer publicidad», dijo. Agregó que los cirujanos de la SBCP pueden recibir una amonestación o incluso ser expulsados si se descubre que están asociados a estas sociedades de financiamiento.
Brasil, con 180 millones de habitantes, es el segundo país del mundo con mayor cantidad de operaciones estéticas tras Estados Unidos. Registró 640.000 en 2004 y 750.000 en 2007, según la SBCP.
«La demanda global aumenta un 15% anual en promedio y un 20% entre los hombres», precisó Pereira.
Las brasileñas son aficionadas a las liposucciones, implantes de silicona en los senos, las nalgas e incluso en las pantorrillas, así como al lifting y cirugías de abdomen, en ese orden.
En cuanto a los hombres, optan por la liposucción, los implantes de cabello, el aumento de pectorales con silicona y la eliminación de las bolsas bajo los ojos.