Consagran a colombiana


Londres consagra el arte de la colombiana Doris Salcedo con una insólita exposición – una grieta de 167 metros en el piso – en el museo Tate Modern, al tiempo que otra famosa galerí­a londinense expone 11 de sus esculturas que evocan la violencia polí­tica de su paí­s.


La artista colombiana – cuya obra se expone en museos del mundo entero, desde Nueva York a Sao Paulo – bautizó la exposición en la Tate, que abre sus puertas mañana, hasta el 6 de abril próximo, con el tí­tulo «Shibboleth» que significa en hebreo «espiga de maí­z» o según otras fuentes «arroyo inundado».

Nacida en Bogotá en 1958, Salcedo es la primera artista latinoamericana invitada a exponer en el programa Unilever de la Tate, en la que la inmensa Sala de Turbinas del gran edificio de la popular galerí­a al lado del Támesis es consagrada cada año – desde el 2000 – a un artista contemporáneo.

Según la artista, la grieta – «que no tiene fondo y es honda como la humanidad» – se refiere al racismo y «representa la brecha entre los europeos blancos y el resto de la humanidad».

«Representa fronteras, la experiencia de los inmigrantes, la experiencia de la segregación, la experiencia del odio racial», dijo Salcedo en una rueda de prensa en la Tate, en la que el director del museo, Nicholas Serota, insistió que la grieta no es una ilusión óptica.

Al mismo tiempo, la galerí­a White Cube presenta, hasta el 20 de octubre, obras de esta artista que entró al inconsciente colectivo de su paí­s cuando colgó 280 sillas en una fachada del Palacio de Justicia, en 2002, una instalación en memoria de las ví­ctimas de la toma del Palacio por el movimiento guerrillero M-19, en 1985, y de la posterior recuperación por el Ejército.