Aparte de todo eso, ahora tenemos que ver cómo los de la UNE –como en años anteriores lo hizo el FRG– quisieron pasarse por encima de la ley para que los inscribieran y así­ participar en las elecciones, a las cuales no están en ví­as de poder hacerlo. El partido de doña Sandra quiere el hueso a como dé lugar y va a hacer lo que sea para ver si puede lograrlo.

Como dicen  en sus anuncios ‘‘queremos que inscriban a doña Sandra, porque ella tiene derecho a participar’’. Es cierto, tiene todo el derecho; pero como dije en anteriores opiniones, en su tiempo. Ella podrá hacerlo dentro de cuatro años, cuando no tenga impedimento alguno.

Ella lo sabe, y todos en Guatemala sabemos que tiene impedimento para participar. ¿Imagí­nense ustedes qué nos espera si al final, a fuerza de demandas, cohechos, amenazas, y todo tipo de artimañas logra que la inscriban? Por favor, los asesores, los seguidores, los patrocinadores y tantos otros que están detrás de esta señora que sueña con ser Presidenta, asesórenla bien y dentro de lo que la ley indica. Todos ustedes, al igual que ella, ya quisieran estar en el trono para poder hacer y deshacer a su antojo; pero no, lo que realmente queremos es que nuestra situación cambie, aunque a como vamos es un poco difí­cil, al menos en poco tiempo.

Todos los presidenciables, en estos momentos, se dan cuenta y miran todo lo malo que está pasando; pero, ¿ustedes creen que cuando lleguen al poder van a hacer lo que ahora están prometiendo? Claro que no.

Yo quiero pedirles a los que están peleando por el puesto, que dejen ya de babosearse a todos los que en ellos creen, que por esta ocasión quede quien quede cumpla con lo que promete, sobre todo, lo más importante es la seguridad, que en estos momentos es lo que nos hace falta. Unos dicen que van a implementar la pena de muerte, otros dicen que no es bueno, que se les impondrán penas ejemplares. Pero yo me pregunto, por ejemplo, con ese que mató al repartidor de gas (que lo vimos todos por medio de la televisión) que lo agarró la Policí­a y ahora lo tienen en la cárcel, dí­ganme, señores aspirantes a Presidente ¿qué van a hacer? Porque de plano ese camote le va a quedar a quien llegue a la meta de sus anhelos. ¿Creen ustedes que es necesario un juicio cuando tiene todas las pruebas en su contra? ¿Creen que es necesario llevarlo ante un juez cuando todo el mundo sabe que es culpable? Todos queremos una Patria tranquila, limpia, sana, ¿podrá uno de los tengan la suerte de llevarse el premio mayor de compartir con nosotros esas promesas? ¿Tendrán el suficiente carácter para lograr lo que ofrecen? Yo al menos espero que no sólo tengan el carácter para hacerlo sino también la clara convicción de que se logrará por fin frenar la delincuencia que impera en nuestro paí­s.