No obstante que a pesar de todo sólo hay dos ideologías políticas a nivel mundial, más o menos bien definidas y “supervivientesâ€, o sean la del liberticida izquierdismo y la del derechismo que manosea de lo lindo el sistema democrático, aquí, en esta embrollada Guatemala nuestra, se disputan jugosas posiciones burocráticas cada cuatro años, entre un abultado número de aspirantes de diversas tendencias (no propiamente ideologías, a no ser la “pancistaâ€), apuntando a la conquista de esas posiciones. .
Existe, cabe mencionar como de refilón, otra posición un tanto anodina: La “centrista†que en nuestro medio salió a flote cuando se echó a las agitadas aguas de la política el periodista, director del diario El Gráfico, Jorge Carpio Nicolle. Ahora el centrismo está como resucitando. No ha cobrado fuerza como para inundar las urnas, pero está haciendo algún ruido.…
Se ha dicho entre la gente que está fuera del coso, observando los zipizapes del alegre agarrón, que la politiquería partidista es una gran industria que brinda la oportunidad del enriquecimiento fácil, casi por lo general nada honesto, nada patriótico y, desde luego, por añadidura, también posibilita satisfacer vanidades que andan por las alturas del volcán de Fuego y la consabida ambición de mando y medro sin tasa.
Nosotros, como somos “alérgicos†a la politiquería del cuento, no a la política edificante –arte y ciencia a la vez–, permanecemos ilapsos desde la galería, viendo con claridad meridiana cómo se presenta la nueva jornada político-electoral para luego hacer algunas descargas subjetivas, analíticas, pensando en los intereses de la patria y del pueblo.
Pero pasemos adelante con el interesante acontecer de la batalla cívica (digamos que cívica) que se está librando y apuntando hacia el 11 de septiembre que se acerca como a cosetadas con la intención de producir, digamos, un saludable cambio de actitudes de los protagonistas en el nuevo orden de cosas político-institucional.
Llama la atención el hecho de que estén en el palenque numerosos gallos de pelea de las diferentes razas, unos ya inscritos en el Registro de Ciudadanos del Tribunal Supremo Electoral y, algún otro o algunos otros, como que se han quedado silbando en la loma para irse definitivamente a la lona por no llenar los requisitos pertinentes ni tener mucho ñeque… …
En corrillos se está comentando la situación político-electoral del momento. Hay quienes dudan que vaya a producirse un cambio positivo en cuanto a lo gubernamental, y es que las experiencias que se tienen no son como para esperar una mutación de realizaciones que colme las aspiraciones y, fundamentalmente, las ingentes necesidades de la población.
Habrá que ver si los victoriosos así como roncan duermen. Relativamente, no es mucha la carroña, pero son muchos los que la apetecen. Es casi una decena de presidenciables postulados por cerca de una treintena de partidos nutridos y desnutridos, no apartados, en su mayoría, de la vieja tradición negativa.
Los y las presidenciables, los y las vicepresidenciables; los y las que pretenden calentar o seguir calentando las l58 curules que dio a luz el FRG, así como lucrar a sabor y antojo en las más de trescientas alcaldías y en la catarata de concejalías, son una miríada, y algunos se están violentando y matando, pero… ¡santos en paz!, porque ¡la justicia anda en silla de ruedas! ¡Y que viva la obesa impunidad!
Unos candidatos a las chambas de los diferentes rangos son viables y otros no viables; están muy raquíticos; es decir, hay de peso pesado y de peso ligero, pero estarán tratando, estos últimos, sólo de agregar algo más al currículum y pensando calculadizamente en que, apoyando al mero-mero ganador, podrán recibir algún premio de consolación, como aconteció en una de las más cercanas elecciones respecto de un politiquero tornadizo, talla única, que consiguió una embajada en el viejo continente…
Hay, claro está, candidatos –tas- y candidotes –tas-; los primeros pueden ser los de mayor peso, y los segundos de peso pluma y de simple relleno que, a la hora de la hora, se acercan como reptando y mendigando ante los del loteriazo al ser despanzurrada la piñata…
Observando el escenario político-electoral, puede decirse que la jugosa fruta burocrática, sobre todo la presidencial, quedará en manos del puntero de las encuestas que se han dado a conocer, y ese puntero es Otto Pérez Molina, seguido por el doctor Eduardo Suger, luego por Manuel Baldizón y el pastor protestante Harold Caballeros. Los y las restantes tendrán que quedar en la cola de los suspiros y de la amargura por la frustración.…