El Congreso trabaja en dos vías y contra el reloj en busca de elevar el tope de la deuda del país, al tiempo que el presidente Barack Obama apeló a la ciudadanía con la esperanza de influir en un acuerdo de reducción del déficit.
WASHINGTON / Agencia AP
«Tenemos que pedirle a todos que desempeñen su parte, porque todos somos parte del mismo país», dijo Obama hoy, al presionar por un paquete de recortes al gasto y aumentos a los impuestos que se ha topado con una fuerte resistencia de los republicanos.
«Todos estamos juntos en esto», agregó en su discurso semanal de radio e internet.
Obama insistió en que los estadounidenses más ricos deben «pagar su parte justa». Recordó los acuerdos de presupuesto negociados por el presidente Ronald Reagan y el presidente de la cámara baja, el demócrata Tip O’Neill, así como por Bill Clinton y el republicano Newt Gingrich.
El mandatario apeló a sus oyentes: «Ustedes nos enviaron a Washington para hacer las cosas difíciles, las cosas correctas», dijo. «No sólo para algunos de nosotros, sino para todos».
A medida que se acerca el crucial vencimiento del plazo el 2 de agosto, las posibilidades de que Obama obtenga un acuerdo para reducir el déficit en cuatro billones de dólares, como él desea, parecen desvanecerse rápidamente. Incluso parece difícil que se logre un recorte de dos billones de dólares en momentos en que el Congreso trata de tomar el control del debate.
En la Cámara de Representantes, los republicanos se alistaban para votar la próxima semana sobre si permitirán que aumente el tope del endeudamiento soberano hasta 2012, siempre y cuando el Congreso apruebe una enmienda constitucional de presupuesto equilibrado, algo muy poco probable.
En el Senado, líderes republicanos y demócratas negociaban un plan bipartidista que permita a Obama aumentar el límite de la deuda sin una votación previa de los legisladores. Las conversaciones se centraban en cómo abordar en el plan la reducción del déficit a largo plazo, con la esperanza de satisfacer a los republicanos de la cámara baja.
En el discurso semanal sabatino de los republicanos, el senador Orrin Hatch abogó por la aprobación de una enmienda de presupuesto equilibrado. Culpó a los demócratas por no aceptar recortes presupuestarios suficientes y declaró: «La solución a la crisis del gasto no es el alza en los impuestos».
Una enmienda que requiera un presupuesto equilibrado, dijo, «nos pondría en camino hacia la salud fiscal y le evitaría a esta Casa Blanca o a futuros gobiernos obligar al pueblo estadounidense a endeudarse más».
Amenaza
Un grupo liberal, indignado por los recortes potenciales a la Seguridad Social, así como a los programas Medicare y Medicaid, presentó ayer una advertencia en las oficinas nacionales de campaña del presidente Barack Obama, a quien retiraría su apoyo.
Aproximadamente una decena de personas que representan el Comité de Campaña Cambio Progresista entregaron 200.000 promesas de simpatizantes, quienes se negarán a donar o a realizar actos de voluntariado para la campaña de reelección de Obama si se recortan los programas sociales.
«No es una cuestión de a quién van a apoyar ellos para que sea presidente. Ellos van a votar por Barack Obama. Pero es cuestión de a qué dedicarán su tiempo y su dinero», dijo el vocero T. Neil Sroka.
Obama ha sido criticado desde la izquierda por las negociaciones sobre el límite de la deuda nacional, en las que se ha mostrado dispuesto a recortar algunos programas. Su estrategia atraería a los votantes independientes, muchos de los cuales han dicho en las encuestas que quieren que los políticos de Washington colaboren para resolver los problemas principales.
Sroka dijo que las 200.000 personas representaron más de 17 millones de dólares en donaciones a la campaña de Obama en el 2008 y unos 2,6 millones de horas de trabajo voluntario.
Una manifestante, Mary Ellen Croteau, de 61 años y residente en Chicago, dijo que está incluso dispuesta a dar apoyo a otro candidato si Obama recorta el Medicare y la Seguridad Social.
«No sé todavía por quién voy a votar, porque no parece haber muchas personas en el horizonte, pero votaré por alguien si es un candidato ambientalista, sin importar que sea comunista, no me importa. Alguien que defienda a la gente», dijo Croteau.
La directora operativa de la campaña de Obama, Ann Marie Habershaw, aceptó las peticiones del grupo en el vestíbulo del céntrico edificio de oficinas donde se encuentra la sede de la campaña.
«Los estadounidenses eligieron al presidente en el 2008 para afrontar los desafíos de nuestro país, y él se ha involucrado en un esfuerzo para hacer justo eso», dijo el vocero de Obama, Ben LaBolt, en un comunicado.