Facundo Cabral, ciudadano argentino-guatemalteco


jose_antonio_garcia-urrea

Quienes somos cultores de alguna de las subramas de las bellas artes, de las expresiones emotivas y creadoras, lamentamos con mayor intensidad la cruenta desaparición del gran cantautor argentino Facundo Cabral, de quien a Guatemala, en cumplimiento ineludible del destino le correspondió recibir su último aliento, aunque quizás su postrer pensamiento se hubiese trasladado a su Argentina natal, creando así­ un hermanamiento indisoluble, pues si su primer vagido al arribar a la vida lo dio en su tierra, el último suspiro lo expuso en los brazos de esta dolida Guatemala, rubricando con el rojo de su sangre una hermandad entre las dos naciones, lejanas geográficamente, pero cercanas por los actuales medios tecnológicos.

José Antonio Garcí­a Urrea

 


Facundo Cabral, y digo que es cosa del destino, pues desde el mismo instante de  la microscópica  y maravillosa  concepción en  el vientre materno,   simultáneamente,  intangible,  se acopla la ruta del destino que  nos  acompañara   durante   el   transcurso de  nuestra vida.   Se ha relatado los pasajes azarosos de su existencia de los cuales colijo que no tuvo niñez,  sin embargo, por su carácter fuerte y tenaz llegó a ser lo que fue, un ciudadano del mundo al que le brindó alegrí­a con su arte y en el que siempre clamó por la paz.

Y reiterando del  destino,  se dio a  conocer que en una oportunidad tení­a que  viajar en compañí­a de  su esposa e hija,   sin embargo por algún contratiempo de última hora perdió el vuelo, ese avión se accidentó y él salvó la vida.  Ese no era su destino.  En el caso que nos   ocupa,   también   se   ha   explicado   que  él   habí­a dispuesto ir al Aeropuerto La Aurora, aquí­ en Guatemala, utilizando el bus del hotel, pero Fariñas,   su contratante, quizás pensando   en   mejor comodidad dispuso  llevarlo  en  su  automóvil en donde él viajó como copiloto, ¿por qué se dio ese caso?,  porque su destino así­ lo habí­a programado desde su concepción. Las circunstancias concurrentes están a cargo de las autoridades correspondientes.

El   cariño,   el   afecto  que  Guatemala   le  tomó  a  Facundo ha tenido múltiples formas de expresión por lo que el paí­s no debe ser culpado de lo ocurrido,  tanto le duele a Argentina, como a nosotros. Se sabe que  sus   restos   serán   incinerados,   se   me   ocurre,   no   se, si fuera posible  que   una   porción de   sus   cenizas   pudieran  ser   enviadas a Guatemala   para    colocarlas    en  un   lugar preferente  para contar indefinidamente con su presencia, y en donde las futuras generaciones supieran de él, y en donde hubiera un historial escrito de su vida. Facundo ha entrado a formar, como tantos otros seres famosos, en la pléyade de los inmortales, pues en cualquier época futura se hablará de él y se aplicará la frase que dirá: «Facundo Vive».

Cabral vino hacia nosotros, los guatemaltecos, misionero y apóstol de la paz, para indicarnos, en esta etapa de amargura que estamos afrontando, la vereda por donde encaminar los pasos hacia la brillantez de una aurora de paz, por lo que debemos esforzarnos para que se haga realidad, y volvamos a tener una Guatemala tranquila en la que nuestra juventud pueda materializar sus sueños de superación. Guatemala, nuestra bella Guatemala se lo merece.

Nuestras sentidas condolencias a su viuda, sus familiares y a todos los argentinos, que como dejo dicho: este dolor nos ha hermanado.