Un voto responsable y con amor


Mario Gilberto González R.

Dentro de pocos dí­as los antigí¼eños tendrán la oportunidad de elegir a la persona que ocupe el cargo de Alcalde. Un cargo que, además de distintivo es representativo de una ciudad que tiene un riquí­simo legado histórico cultural y es, también, quien se ocupe de brindar a sus habitantes una mejor calidad de vida.

Para ocupar ese cargo hay que ser antigí¼eño de pura cepa. Querendón desde sus raí­ces, estar identificado con su diario vivir, ser trabajador incansable y tener como aureola necesaria la honestidad.

La honestidad es reclamada porque el flagelo de la corrupción administrativa es evidente. Las personas son electas para servir y no para que se sirvan del cargo. La realidad es bien distinta.

La sociedad antigí¼eña que es tan exigente y celosa del comportamiento de sus autoridades tiene la feliz oportunidad de elegir a una persona que posee esas cualidades y es conocido por su í­mpetu en el trabajo demostrado con honestidad.

Me refiero a íngel Arturo González Castañeda. Le conozco desde pequeño y siempre admiré esas cualidades que en el transcurso de los años se han afianzado. Su labor en la Organización Paiz, es un aval sólido e irrefutable. Fue una labor vista por propios y extraños, sin ningún señalamiento deshonesto. Al contrario, de reconocimiento y elogios merecidos.

íngel Arturo ha estado desde antes junto a Antigua y con los antigí¼eños. La Casa de la Cultura, Las fiestas del Barrio de la Concepción y los festivales de arte y cultura Paiz que tienen como escenario nada más y nada menos que su propia ciudad natal, Antigua Guatemala; son algunas muestras de su identidad con Antigua Guatemala, donde todos los vecinos le conocen y han valorado su labor.

El vecino que se precie de ser antigí¼eño, no de nombre sino de corazón, de amar a su ciudad que lo vio nacer, que quiera su progreso y rechace con energí­a, por su misma formación ética, el flagelo de la corrupción, tiene que ser un objetante por conciencia. Y jamás debe dejarse doblegar por quienes le ofrecen ’peritas en dulce’ y amen el dinero dulce y fácil.

Recuerde que en las condiciones actuales hay que depositar el voto, con responsabilidad y amor, siendo objetante por conciencia. De lo contrario las lamentaciones serán tardí­as.

La honestidad debe de ser el timbre de orgullo de los antigí¼eños y de sus autoridades. Y el candidato que la ofrece es íngel Arturo González Castañeda. Tengo la convicción que no nos va a defraudar.