Al menos cuatro guardias murieron y siete funcionarios de alto rango resultaron heridos, entre ellos el primer ministro, el viceprimer ministro, el presidente del parlamento y el gobernador de Saná, dijo un portavoz gubernamental.
Salé sufrió lesiones leves en el cuello y fue atendido en el palacio, afirmó la fuente. La lucha entre ambos bandos se ha prolongado casi dos semanas.
La televisión estatal yemení aseveró en un comunicado que Salé se encontraba «bien de salud» y rechazó que el gobernante hubiera muerto en el ataque como había asegurado una estación televisiva opositora.
Los heridos más graves fueron el gobernador de Saná, Nooman Dweid, y el viceprimer ministro Rashad al-Alimi —el principal asesor de seguridad del presidente— y quien quedó inconsciente, dijo el funcionario.
Es la primera vez que combatientes tribales atacan directamente el palacio de Salé dentro de la lucha que sacude la capital desde el 23 de mayo.
El cañoneo siguió a los bombardeos intensos con fuego de artillería que las fuerzas del gobierno lanzaron contra las casas de dos jefes tribales y un general militar importante que desertaron a la oposición. Las casas quedaron arrasadas, según testigos.
La lucha es escenificada por efectivos de Salé y hombres leales al jeque Sadeq al-Ahmar, jefe de la Hashid, la confederación tribal más poderosa de Yemen.
Al-Ahmar apoya a cientos de miles de manifestantes que desde febrero demandan la salida del poder de Salé. Los combatientes tribales se habían mantenido neutrales hasta que los efectivos de Salé atacaron la residencia de al-Ahmar en Saná.
Los cohetes disparados el viernes golpearon el recinto presidencial en momentos en que funcionarios efectuaban sus oraciones en una mezquita interna, dijo el funcionario, que solicitó el anonimato debido a lo delicado de la situación.
Salé gobierna Yemen desde hace 33 años y afronta una oleada de movilizaciones pacíficas en su contra que dieron inicio en febrero y se han propagado a todo el país.
Decenas de miles de manifestantes protestan a diario de manera multitudinaria en la principal plaza de Saná y en otras ciudades.
La noche del jueves, las fuerzas del gobierno abrieron fuego e hirieron a tres manifestantes en Saná. Los efectivos también dispararon el viernes contra manifestantes la ciudad de Taiz, al sur de la capital.