Nueve muertos y 25 heridos


Nueve personas murieron el jueves en la capital de la provincia occidental de Anbar debido a una serie de explosiones, dijeron funcionarios de Irak y señalaron que entre las ví­ctimas hay socorristas que acudieron después de los primeros estallidos.

Por SAAD ABDUL-KADIR
BAGDAD / Agencia AP

Los atentados con bombas en que lo fue el centro de la insurgencia dirigida por al-Qaida son un recordatorio del peligro que aún enfrenta Irak, mientras se alista para la salida de las fuerzas estadounidenses a finales de año.

Un policí­a y un funcionario de hospital en Ramadi dijeron que las explosiones, nocturnas, también dejaron 25 heridos.

Las atentados parecieron coordinados para causar el mayor número de muertes. Una policí­a informó que dos bombas, al lado de caminos, fueron detonadas cerca de un mercado, y que luego un coche-bomba estacionado explotó cuando la policí­a llegaba al lugar. Después, otro vehí­culo cargado con explosivos, también estacionado, estalló cerca del hospital adonde fueron llevados los heridos, señaló.

Los insurgentes tienden a secuenciar sus ataques con explosivos para matar o herir a socorristas y policí­as que acuden para asistir a las ví­ctimas de un primer estallido.

Los agentes hicieron las declaraciones en forma anónima por carecer de autorización para hablar con los periodistas.

«Las cuatro explosiones ocurrieron entre las 08:00 y 08:30 de la noche, y la mayorí­a de la gente estaba a esa hora en su casa. Las bajas pudieron haber sido mayores si los estallidos hubieran sido más temprano», dijo el titular del Consejo Provincial de Anbar, Jasim al-Halbusi.

Ramadi está a 115 kilómetros (70 millas) al oeste de Bagdad. La ciudad fue en un tiempo un campo de batalla entre las fuerzas estadounidenses y los extremistas suní­es, de los cuales muchos procedí­an de paí­ses como Yemen, Libia y Siria. Finalmente, los iraquí­es asentados en Anbar se volvieron contra los radicales y se alinearon con las fuerzas estadounidenses, en lo que resultó un giro en la guerra.

Desde entonces, el grupo al-Qaida en Irak ha lanzado ataques en la provincia de Anbar, contra civiles y efectivos de seguridad. Esas ofensivas son en represalia y por considerar que esas personas se han aliado al gobierno, encabezado por miembros de la comunidad chií­.

De momento nadie se adjudicó los nuevos atentados, pero la secuencia y naturaleza de los estallidos guardan parecido con los métodos de extremistas vinculados a al-Qaida en Irak.