Los expresidentes Fernando Henrique Cardoso de Brasil y César Gaviria de Colombia pidieron que los países del mundo exploren la posibilidad de regular el consumo de marihuana y crear centros de tratamiento y de prevención para drogas duras que han dado resultado en Europa.
NUEVA YORK / Agencia AP
Los líderes latinoamericanos dijeron ayer en rueda de prensa que la guerra contra el narcotráfico, basada en abarrotar las cárceles de traficantes y consumidores de drogas ilícitas, ha fracasado y que se necesitan alternativas más inteligentes para enfrentar el problema.
Entre ellas, estaría la posibilidad de una regulación estricta de drogas como la marihuana que prohibiría a ciertos consumidores acceder al cannabis en ciertas circunstancias.
«Estamos hablando de regulación del cannabis, no de legalización», dijo Garivia. «Los estados podrían regular para que no haya riesgo para la sociedad. Los países tienen derecho a experimentar y buscar soluciones que no sólo sean judiciales».
Los ex mandatarios son miembros de la Comisión Global de Políticas Sobre Drogas, de la cual también forman parte el ex presidente mexicano Ernesto Zedillo y el escritor peruano Mario Vargas Llosa, entre otros políticos e intelectuales.
El informe, que será entregado al Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, incluye recomendaciones para encarar el consumo de drogas.
La Secretaría Técnica del Consejo de Seguridad Nacional de México indicó en un comunicado que «la legalización no termina con la delincuencia organizada ni con su rivalidad y violencia… Pensar que el crimen organizado en México es igual a narcotráfico, ignora que el crimen organizado comete otros delitos como secuestro, extorsión y robo».
Cardoso denunció que el consumo de drogas ha aumentado a nivel global, al igual que la corrupción relacionada con el narcotráfico. Señaló que hay que dejar de criminalizar a los consumidores de drogas ilícitas y empezar a tratarlos como pacientes.
Colombia reaccionó de forma positiva al informe.
«Bienvenidas iniciativas que permitan superar el gran desafío de la humanidad en relación con el consumo y producción de drogas», dijo el general Oscar Naranjo, director de la Policía Nacional colombiana durante una rueda de prensa en su país.
Para Gaviria, «México tiene derecho a reclamar que las políticas de Estados Unidos en materia de consumo tienen que ser más eficaces. No pueden ser simplemente cuantas capturas hicieron, o cuántas personas llevaron a la cárcel, o cuánta droga incautaron».
El presidente mexicano Felipe Calderón lanzó en diciembre del 2006 una ofensiva contra el crimen organizado. La lucha se ha traducido en más de 35.000 muertos y la incorporación de miles de tropas federales a la lucha antidrogas.
Gaviria denunció que Estados Unidos gasta al año 40.000 millones de dólares en su lucha contra el narcotráfico, pero que sólo una pequeña parte del dinero va a parar a educación, prevención y tratamiento de consumidores de drogas. Agrego que gasta 450.000 dólares en cada persona arrestada por consumo de drogas, enjuiciada y llevada a la cárcel, cuando en realidad «muchos consumidores no representan un peligro para la sociedad».
Rafael Lemaitre, portavoz de la Oficina de Políticas de Control Nacional de Drogas de Estados Unidos respondió que el consumo de drogas en Estados Unidos es la mitad de lo que era hace 30 años. «Estamos enviando de forma exitosa a miles de consumidores no violentos a centros de tratamiento en lugar de a la cárcel», señaló.