Japón: planta nuclear seguirá parada


Evaluación. Inspectores de la AIEA estuvieron en Japón para analizar los daños en una de sus plantas nucleares.

Los inspectores de la Agencia Internacional de Energí­a Atómica (AIEA) confirmaron hoy en Tokio que llevará varios meses reactivar la central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa (centro de Japón), afectada por un terremoto a mediados de julio.


Sin embargo, el reconocimiento que llevaron a cabo en la central, considerada la más grande del mundo, fue tranquilizador.

«No estoy demasiado preocupado» por la situación de la planta, declaró Philippe Jamet, jefe de la delegación de la agencia de la ONU tras cuatro dí­as de inspecciones.

Eso no quiere decir que la actividad pueda retomarse pronto, sino que se reanudará en un plazo de «varios meses, o incluso un año», dijo Jamet.

«Hay que estudiar muy detenidamente todo lo que ha de ser verificado con precisión antes de volverla a poner en marcha (…) Es preciso elaborar una guí­a de controles», explicó el experto francés de la AIEA.

La central de Kashiwazaki-Kariwa resultó dañada por el terremoto de 6,8 grados del 16 de julio cuyo epicentro se situó a sólo nueve kilómetros. Hubo un incendio y una fuga al mar de agua radiactiva, sin riesgo para la población, según las autoridades japonesas.

Desde entonces, los siete reactores están parados.

Tokyo Electric Power (Tepco), primera compañí­a eléctrica del mundo y gestora de esa planta, admitió que no estaba diseñada para aguantar una sacudida tan fuerte, a pesar de que en Japón se registran muchos de los terremotos más violentos del planeta.

La empresa recibió duras crí­ticas por haber tardado en dar cuenta de los incidentes que siguieron al temblor.

La inspección de la AIEA servirá para acallar los rumores alarmistas sobre las fugas radiactivas al mar.

El jefe de la misión de reconocimiento aseguró que él y sus compañeros comieron sushi, especialidad culinaria japonesa que lleva pescado crudo, sin temor. Además explicó que la inspección fue completa. «Tuvimos libertad para investigar por todos los lados», dijo Jamet.

La AIEA confí­a en que este episodio sirva de aprendizaje a la comunidad internacional.

«Esta misión es extremadamente importante. Es esencial que todos los paí­ses aprendan de este sismo», explicó el inspector, que considera «particularmente positivo» que Japón quiera compartir los datos.

«No puedo decir que estemos de acuerdo en todo, pero tratamos las cosas hasta el fondo», se felicitó Philippe Jamet, que presentará un informe preliminar el lunes al director general del organismo, Mohamed ElBaradei, antes de que sea publicado «enseguida».

Desprovisto de recursos fósiles, la economí­a nipona, que es la segunda del mundo, depende en un 25% de la energí­a nuclear.

La parálisis de su mayor planta obligó a Tepco a recurrir a otras compañí­as para asegurar el suministro eléctrico a la megalópolis de Tokio.