Clima extremo, cada vez más seguro


Efectos. En China, las fuertes nevadas han afectado a los cultivos.

Inundaciones masivas, olas de calor asfixiante e inusuales golpes de frí­o: el planeta se ve sometido desde principios de 2007 a una meteorologí­a extrema que cada vez será más frecuente aunque no se pueda atribuir cientí­ficamente al cambio climático, afirman los expertos.


Según estos últimos, los fenómenos climáticos extremos observados en lo que va de 2007 pueden no ser el resultado del peligroso recalentamiento del planeta. Sin embargo, no tienen duda alguna de que serán cada vez más frecuentes.

De acuerdo con un reciente informe de la Organización Mundial Meteorológica de la ONU, «existe una tendencia en aumento en los acontecimientos climáticos extremos observados en los últimos 50 años».

Ese documento precisa además cómo «el clima está marcado por récords extremos en muchas regiones del mundo desde enero del 2007», algo que ha quedado claro en los últimos dos meses en los cinco continentes.

Así­, el sur de Asia vive desde hace dos semanas las peores inundaciones debidas a las lluvias de la estación de los monzones de las últimas décadas que, según el último balance facilitado el jueves, han causado al menos 2.000 muertos.

En Europa, mientras el sur del viejo continente ardí­a a principios de agosto en incendios causados por una brutal ola de calor, Gran Bretaña sufrí­a a finales de julio las peores inundaciones provocadas por fuertes lluvias de los últimos 60 años.

Por su parte, Sudáfrica registró inusuales y copiosas nevadas, mientras que Omán e Irán se vieron azotados en junio por el ciclón Gonu, el primer ciclón tropical del que se tiene noticia en el mar de Arabia (parte del océano Indico) y que causó 50 muertos.

Sin embargo, establecer una relación entre el cambio climático y los fenómenos climatológicos extremos es algo controvertido.

La Comisión Intergubernamental para el Cambio Climático de la ONU (IPCC) confirmó que «el calentamiento del clima es inequí­voco» y que las temperatura global registrada en enero y abril llegó a niveles nunca alcanzados antes en esos meses.

«Las perspectivas de cambio climático indican que, muy probablemente, las olas de calor extremo y las fuertes precipitaciones continuarán siendo cada vez más frecuentes», señaló la IPCC.

Un reciente estudio del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica y del Instituto de Tecnologí­a de Georgia (EEUU) señala que se ha duplicado el número de huracanes en el océano Atlántico con respecto a hace un siglo.

El aumento de la temperatura del mar y la alteración de la pauta de comportamiento de los vientos, unidos al cambio climático global, «contribuyen en gran medida al aumento» los fenómenos climatológicos extremos, según ese estudio.

Sin embargo, los investigadores aseguran que no existen suficientes pruebas para culpar al calentamiento global de los recientes acontecimientos extremos, y hasta los hay que niegan que éstos sean cada vez más frecuentes.

Barry Gromett, del servicio meteorológico británico, afirma que esos fenómenos extremos están supeditados a la variabilidad del clima, influido por los gases que provocan el efecto invernadero y otros factores como El Niño.

El fenómeno de El Niño se produce cuando la temperatura del mar en las zonas tropicales cambia drásticamente y ello afecta a la presión atmosférica en toda la región del océano Pací­fico, especialmente a las precipitaciones en esa zona.

«Es peligroso atribuir los incidentes aislados anuales al cambio climático», subrayó Gromett, para quien es «más importante buscar la tendencia en largos periodos de tiempo».

El climatólogo que representa a Francia en el IPCC, Jean Jouzel, explicó que «serán necesarios muchos más años para vincular o no estos episodios de clima extremo con el calentamiento global».

Desaparece hielo

El banco de hielo en el hemisferio norte ha caí­do a sus niveles más bajos jamás medidos, indicaron especialistas estadounidenses en temas del Polo, que esperan que rompa todos los récords para el final del verano boreal.

En datos divulgados hoy, William Chapman y colegas de la Universidad de Illinois Champaign-Urbana indicaron que el banco de hielo en la región del Artico cayó a nuevos niveles mí­nimos unos 30 dí­as antes de la fecha normal para registrar mí­nimos anuales.

«Hoy, el hielo del hemisfero norte rompió el récord de menor área helada constatada en la historia registrada», dijo Chapman, investigador de meteorologí­a del Artico en el Departamento de Ciencias Atmosféricas de la universidad, en la publicación en internet ’The Cryosphere Today’.

«El nuevo récord ocurrió un mes antes del periodo en el cual generalmente se registra el mí­nimo histórico del verano. Todaví­a hay un mes o más en el que el hielo se seguirá derritiendo», añadió.