Los maquinistas de trenes alemanes realizaron el jueves una huelga de dos horas que interrumpió el tráfico ferroviario urbano en Hamburgo y Berlín, en desafío de la prohibición judicial decretada para evitar enormes perjuicios a la industria y a los 10 millones de pasajeros diarios.
En Hamburgo «ha sido detenido casi todo» el tráfico urbano, dijo una portavoz de la empresa nacional ferroviaria Deutsche Bahn (DB), mientras que en Berlín la línea este-oeste de trenes urbanos quedó interrumpida, añadió.
Los pasajeros tuvieron que ser transbordados a autobuses o metros, que no se ven afectados por la huelga.
El paro de los maquinistas se extendió hasta las 08H00 GMT, anunció el sindicato GDL que los agrupa.
El sindicato GDL reclama un acuerdo laboral exclusivo para sus miembros y 31% de aumento de salarios. La reivindicación es rechazada por Deutsche Bahn. El salario promedio de fin de carrera de los maquinistas es de unos 2.200 euros.
Originalmente el GDL había programado un paro de cuatro horas de los maquinistas de trenes de carga para este jueves que hubiera sido la huelga más importante del sector en 15 años, pero el movimiento fue prohibido por la justicia alemana. La noche del miércoles, el sindicato anunció sorpresivamente la huelga en los trenes urbanos de Hamburgo y Berlín.
El juzgado laboral de Nuremberg que dictó la prohibición argumentó que una huelga antes del 30 de septiembre causaría enormes perjuicios a la economía alemana en esta época de vacaciones estivales.
El sindicato apeló la decisión judicial y el tribunal deberá considerar la demanda este viernes.
Tobias Heinemann, responsable de la red de trenes urbanos (S-Bahn) de Berlín, dijo a la televisión local (RBB) que la dirección procuraba asegurar la circulación de al menos un tren por línea cada 20 minutos en la capital.
Manfred Schell, presidente de GDL, dijo que el sindicato decidió parar las redes locales con el objetivo de convencer a la dirección de Deutsche Bahn de «hacer una oferta verdaderamente negociable».
Deutsche Bahn logró un acuerdo a comienzos de julio con otros dos sindicatos de transporte, Trasnet y GDBA, sobre un aumento de salarios para todo el sector de 4,5% sobre 19 meses, con una prima adicional de 600 euros (828 dólares). Pero el GDL lo rechazó y reclama un acuerdo laboral por separado.