Por primera vez desde hace tres temporadas, el Chelsea no inicia el campeonato de Inglaterra como defensor del título, un privilegio cedido al Manchester United, pero el club londinense ha experimentado un cambio radical en su manera de ser para recuperar su corona.
Los tiempos han cambiado en Stamford Bridge. Primero en cuanto a resultados, porque el Chelsea de José Mourinho, que acabó segundo a seis puntos del Manchester United la temporada pasada, dejó de ser campeón de Inglaterra.
Pero la transformación de los ’Blues’ es más profunda. Considerando durante mucho tiempo demasiado arrogante y demasiado rico, el club del multimillonario ruso Roman Abramovitch decidió dar un cambio total a su actitud y a su gestión.
El primer afectado es Mourinho. El entrenador portugués, que se autoproclamó «el único» a su llegada a Londres hace tres temporadas, decidió calmarse. «Seré más comedido esta temporada, más tranquilo. En el pasado, hubo gente que utilizó mi personalidad para inventar cosas», confesó.
Este nuevo Mourinho responde también a la fuerte presión que recae ahora sobre sus hombros. Ya no es intocable y los directivos del club no dudan en imponerle objetivos elevados.
«Para convertirnos en uno de los mayores clubes del mundo, debemos ganar la Liga de Campeones y el campeonato. Tenemos un buen equipo y un buen entrenador que sabe qué debe hacer. Debe traer estos trofeos a Stamford Bridge», insistió Peter Kenyon, el director del club.
Mourinho puede alegar que los directivos no le han permido reforzar la plantilla como quería. Este año, el dinero no corrió a mares en el Chelsea.
Los ’Blues’ sólo han gastado 21 millones de euros, en el internacional francés Florent Malouda, mientras el israelí Tal Ben Haim (defensa del Bolton), el peruano Claudio Pizarro (delantero del Bayern Múnich) y el inglés Steven Sidwell (centrocampista del Reading), no costaron un céntimo.
Además, el Chelsea está diezmado por las lesiones a pocos días de enfrentarse al Birmingham City el domingo con ocasión de la primera jornada de la Premier League.
Doce jugadores son baja o arrastran problemas: Frank Lampard (pie), Michael Essien, Didier Drogba, Paulo Ferreira, John Terry, Claude Makelele y Lassana Diarra (rodilla), Michael Ballack (tobillo), Andriy Shevchenko (espalda), Petr Cech (mano), Ashley Cole (muslo) y Arjen Robben (rodilla y a punto de fichar por el Real Madrid).
Para Mourinho, este sinfín de lesiones se añade a la frustración de haber perdido el domingo su primer título de la temporada, la Community Shield, ante el Manchester United (1-1, 3-0 en la tanda de penales).
Este nuevo Chelsea avanza de momento en la incertidumbre, consciente de los retos complicados pero al alcance de su mano que le esperan.