Investigan origen criminal de brote de aftosa


Peligro. Varias granjas fueron clausuradas ante la posible propagación de la fiebre aftosa.

La policí­a y las autoridades británicas centraron el miércoles sus investigaciones del nuevo brote de fiebre aftosa en el suroeste de Londres en el origen de la transmisión del virus para dilucidar si se debió a un error accidental o a un acto deliberado.


Los inspectores de sanidad aseguraron que existe una «alta probabilidad» de que el virus proceda de una fuga del instituto de investigación de Pirbright, que alberga al Instituto público para la Salud Animal (IAH, en sus siglas en inglés) y un laboratorio de la firma farmacéutica de productos animales Merial.

Además, un informe preliminar señaló el martes como una «posibilidad real» el hecho de que movimientos humanos hubiesen propagado la enfermedad a dos granjas cercanas, algo que aumentó las sospechas contra Merial.

Merial difundió el miércoles un comunicado en el que, según reconoció, «hasta la fecha, no se puede establecer evidencia alguna de que el virus haya sido sacado del centro por humanos».

La emergencia se desencadenó el viernes, cuando se confirmó un foco de fiebre aftosa en dos granjas cercanas al laboratorio de Pirbright, que inmediatamente fueron puestas bajo un severo cordón sanitario de seguridad de un radio de diez kilómetros.

Un segundo foco de fiebre aftosa fue confirmado el martes en otra granja de la zona, donde se sacrificaron inmediatamente unas 200 cabezas de ganado.

El temor es que se repita el brote de fiebre aftosa que en 2001 causó millonarias pérdidas a la economí­a británica.

La Comisión Europea, por su parte, tiene previsto llevar a cabo una reunión a última hora del miércoles para estudiar posibles restricciones y medidas.

Los diarios sensacionalistas The Sun y Daily Mail publicaron, aunque sin citar fuentes, que algún trabajador de Merial podrí­a haber propagado la enfermedad a través de un huerto cercano a una de las granjas afectadas.

El informe preliminar de la Autoridad de Salud y Seguridad británica (HSE) no excluyó la posibilidad de un sabotaje afirmando que existen varias ví­as potenciales para «una propagación accidental o deliberada» desde las instalaciones de Pirbright.

El ministro de Medioambiente, Hilary Benn, declaró el martes que el gobierno debe considerar la posibilidad de una contaminación llevada a cabo deliberadamente por humanos.

«La verdad es que no lo sabemos. Estamos muy, muy preocupados», declaró.

El informe del HSE no culpó ni al IAH ni a Merial pero señaló que en un laboratorio de investigación del lugar se trabajó en junio con una cepa de fiebre aftosa, ya que en Pirbright se fabrican vacunas contra esta enfermedad por lo que se realizan experimentos a gran y pequeña escala.

El presidente del sindicato nacional de granjeros, Peter Kendall, declaró a la cadena BBC que se está considerando la posibilidad de presentar demandas de indemnización por posibles ganancias perdidas u otros conceptos.

El informe HSE consideró como «insignificante» las dos teorí­as iniciales sobre la propagación del virus: por las inundaciones o la transmisión aérea.

Si embargo, identificó «una cantidad de temas de bioseguridad» referentes al sistema de tratamiento de deshechos de Pirbright y precisó que Merial debe responder a una serie de cuestiones sobre sus instalaciones de drenaje.

En un comunicado, Merial precisó que sus residuos acuosos son tratados y posteriormente transferidos a las instalaciones del IAH antes de su evacuación.

El laboratorio –que pertenece a la multinacional estadounidense Merck and Co. y a la francesa Sanofi-Aventis– reanudó temporalmente su producción de vacunas contra la fiebre aftosa y ya tiene listas unas 300.000 dosis ante la eventualidad de que la enfermedad se propague.

200 cabezas de ganado fueron sacrificadas ayer en Gran Bretaña, en el segundo foco de fiebre aftosa descubierto.