Buzos y expertos aceleraban este viernes la búsqueda de desaparecidos en el río Misisipi a causa del derrumbe de un puente en Minneapolis, que provocó la muerte de al menos 5 personas y planteó nuevas interrogantes sobre el estado de la infraestructura en Estados Unidos.
El presidente estadounidense George W. Bush prometió ayuda y anunció que prevé viajar este sábado a Minneapolis (Minnesota, norte), donde colapsó el miércoles un enorme puente de ocho carriles en la autopista Interestatal 35 en plena hora punta (poco después de las 18H00 locales, 23H00 GMT).
La primera dama Laura Bush acudirá al lugar de la tragedia este viernes.
Un solo cuerpo fue hallado en el río el jueves, en una jornada frustrante para los socorristas que pudieron ver pero no alcanzar otros cuerpos atrapados en los escombros del puente colapsado, informó una fuente policial a la AFP.
El cadáver, el quinto en ser hallado, fue recuperado de dentro de un automóvil en una parte del puente que quedó parcialmente sumergida en el río, dijo la fuente.
Al menos unas ocho personas estaban reportadas como desaparecidas, indicó el periódico Minneapolis Star Tribune este viernes, citando a autoridades. La policía afirmó el jueves que unas veinte o treinta personas habían desaparecido en las aguas turbulentas del río.
Las autoridades del Estado han subrayado que aún no se puede precisar el número de muertos y advirtieron que la cifra de víctimas puede crecer en las próximas horas, luego de que medios locales reportaran que al menos unos 50 vehículos continúan sumergidos en el agua.
Al menos 79 personas fueron ingresadas en los hospitales, dijeron los funcionarios de estos nosocomios, que no pudieron precisar la magnitud de las heridas o el estado de las víctimas tras la catástrofe.
A medida que las familias de los desaparecidos esperaban recibir noticias, crecían los cuestionamientos sobre la seguridad del puente. Sobre todo, luego de un examen de inspectores en el que se describieron las «deficiencias estructurales» de la autopista pero sin necesidad urgente de ser reemplazada.
«Tenemos que llegar al fondo de esto», dijo la senadora por Minnesota Amy Klobuchar. «Un puente en Estados Unidos simplemente no puede desplomarse».
El portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow, dijo que un informe federal de 2005 señaló «deficiencias estructurales» en el puente, de cuya reparación era responsable el Estado de Minnesota.
Bush calificó el hecho como una «situación terrible», al tiempo que envió a Minneapolis a la secretaria de Transporte, Mary Peters, y al administrador Federal de Autopistas, Richard Capka.
«En el gobierno federal debemos actuar y actuar vigorosamente para ayudar a la gente no solo a recuperarse, sino para asegurarnos que esa conexión, ese puente, sea reconstruido lo más rápido posible», indicó Bush a periodistas tras discutir el hecho con su gabinete.
La Sociedad Estadounidense de Ingenieros Civiles ha advertido de puentes oxidados, entre otras preocupaciones manifestadas acerca de la infraestructura en el país.
En 2003 divulgó un reporte que mostraba que el 27% de los puentes norteamericanos eran estructuralmente deficientes u «obsoletos funcionalmente» por diseños anticuados.