Dos fondos de inversión que esperan recuperar 3.200 millones de dólares de Argentina pidieron a la fiscalía suiza que despoje de su inmunidad legal a un organismo internacional que representa a los bancos centrales.
GINEBRA / Agencia AP
La cancillería suiza confirmó el caso pero se negó hoy a formular comentarios.
Las firmas EM Ltd. y NML Capital Ltd., ambas registradas en las Islas Caimán, figuran entre los acreedores que resultaron perjudicados cuando Argentina cayó en mora en el pago de 95.000 millones de dólares en bonos soberanos en el 2001.
Su demanda sostiene que Buenos Aires «cometió ofensas penales al evadir a sus acreedores, y se ha dedicado a blanquear el dinero obtenido» con la ayuda del Banco para las Compensaciones Internacionales (BIS), con sede en la ciudad suiza de Basilea.
Aproximadamente un 4% de las reservas globales de divisas fueron invertidas por los bancos centrales con el BIS, que no formuló comentarios.
El BIS fue creado en 1930 para procesar los pagos de compensación de Alemania después de la Primera Guerra Mundial. Desde entonces ha evolucionado como una institución de coordinación, investigación y bancaria para los bancos centrales y organizaciones internacionales.
Jeannette Balmer, una portavoz de la fiscalía, dijo que la denuncia fue recibida el 7 de julio y «está siendo examinada», pero no dio más detalles.
Los dos fondos de inversión han apelado ante la justicia durante años tratando de recuperar el dinero de Argentina. Han acusado reiteradamente a funcionarios argentinos de tratar de engañar a los acreedores removiendo fondos de Estados Unidos.
El gobierno argentino ha argumentado que el banco central es una institución independiente, y no un organismo del gobierno.
Un 80% de los acreedores de Argentina accedieron a una reestructuración en el 2005, pero EM Ltd., NML Capital Ltd. y otros miles de inversionistas decidieron no participar y prefirieron en cambio apelar ante la justicia.
Su causa cuenta con el apoyo de la American Task Force Argentina, un grupo que desea que el gobierno estadounidense haga un arreglo con Buenos Aires en nombre de los acreedores estadounidenses.
El grupo sostiene que la falta de pago de Argentina ha costado a los prestamistas mundiales y los acreedores más de 30.000 millones de dólares, y que el país puede pagar lo que debe con sus 50.000 millones de dólares en reservas extranjeras.