Los turistas europeos encuentran el paraí­so en la 5a avenida de Nueva York


Una de las ventas ubicadas en la famosa 5a. Avenida de Nueva York, donde comprar con dólares, que han sido cambiados en el extranjeros, se convierte en un verdadero acto de ahorro.

Con dólares cambiados a cotizaciones históricamente bajas en relación al euro, los turistas europeos invaden la 5a avenida de Nueva York comprando todo lo que encuentran a su paso para las fiestas navideñas.


Los europeos se llevan sin discusión la palma 2007, aunque los jóvenes asiáticos son también multitud, como lo demuestra la pareja de japoneses embelesados ante unos diamantes que giran en una vidriera de la exclusiva joyerí­a Tiffany’s.

«Un iPod shuffle cuesta 79 dólares, en Francia serí­an 79 euros», o 40% más caro, calcula Sebastien Rius, un francés de 37 años que pasa unos dí­as en Nueva York con su esposa.

Chantal Rius encontró vestidos de la diseñadora estadounidense Diane von Furstenberg «a precios que desafí­an toda competencia» en una boutique de la 5a avenida, que como muchas otras comienzan sus liquidaciones antes de las fiestas, contrariamente a Europa, donde los saldos comienzan en enero.

La pareja se declara «muy satisfecha» de haber alquilado un apartamento por 250 dólares la noche, luego de sentirse estafados al cambiar en el aeropuerto de Lyon sus euros «a 1,37 (dólar) en lugar de 1,47 la semana pasada».

En el subsuelo del cubo de vidrio que alberga a Apple frente a Central Park, decenas de vendedores alientan a los compradores a decidirse y una fila especial se forma para quienes quieren adquirir sus productos «estrella», los tres modelos del iPod.

El iPod nano cuesta 210 euros en promedio en Europa y 215 dólares en Nueva York, impuestos incluidos, lo que equivale a 85 dólares menos, a una cotización de 1,43 dólar por euro.

«La vestimenta y la electrónica son realmente muy convenientes aquí­», subraya Federico Sanchez, un madrileño que se hospeda en casa de amigos neoyorquinos y se declara feliz «de estar en la capital del mundo y además encontrar buenas oportunidades».

Desafiando el viento glacial, miles de turistas, con frecuencia junto a su familia, hacen las veredas difí­cilmente transitables y fotografí­an absolutamente todo, desde la vidriera titilante de la jugueterí­a FAO Schwartz hasta la verdadera «instalación» de plantas, guirnaldas luminosas y falsos regalos que cuelgan en la vidriera de la joyerí­a Cartier.

Una fila de espera de cerca de 15 minutos se renueva permanentemente delante de «Abercrombie

«Un iPod shuffle cuesta 79 dólares, en Francia serí­an 79 euros.»

Sebastien Rius

turista francés

«La vestimenta y la electrónica son realmente muy convenientes aquí­.»

Federico Sánchez

madrileño