Redoblar cuidados



Al iniciar la segunda quincena del mes de diciembre se produce en el paí­s el mayor flujo de dinero en circulación porque toda la fuerza laboral del sistema de economí­a formal está recibiendo el aguinaldo de ley, situación que genera enorme actividad comercial, pero que también alborota a los ladrones y amigos de lo ajeno que en estos dí­as trabajan horas extra para desplumar a las personas que se aglomeran en centros comerciales y de entretenimiento.

Otro efecto de ese aumento del dinero en circulación es el aumento en el consumo de bebidas alcohólicas que para muchos forma parte de la tradición de las fiestas, puesto que en ninguna otra época del año como ahora se producen tantos convivios y encuentros entre amigos, parientes y compañeros de trabajo en los que se celebra al calor de unos cuantos o muchos tragos.

Todas esas situaciones obligan a que se redoblen los cuidados para evitar situaciones desagradables y hasta trágicas que también son parte de estas fechas. Estadí­sticamente está demostrado que es la época del año cuando más accidentes de tránsito hay porque la gente no sólo usa más el carro, sino que también lo hace bajo el efecto de bebidas embriagantes.

Las autoridades tienen que redoblar su esfuerzo en estas fechas para ayudar a que la población pase unas fiestas tranquilas y para ello es fundamental que se establezcan severos controles para castigar a quienes consumen bebidas alcohólicas y manejan, porque se sabe que ello constituye una de las causas más graves de accidentes de tránsito.

Es una lástima que las autoridades dediquen tanto dinero para hacerse bombo con campañas de publicidad orientadas a exaltar la personalidad de los mandatarios, pero que no hagan inversiones serias y precisas en educación vial, en información a la gente sobre medidas de seguridad y protección que pueden y deben adoptar, porque otra serí­a la situación si en vez de derrochar el dinero para hacerle propaganda a las autoridades que van de salida se dispusiera que esos recursos sirvieran para educar a nuestra gente para que sepa cómo actuar y comportarse durante estas fechas.

Hay suficiente información como para realizar campañas verdaderamente útiles e importantes. Entre saber que el Gobierno presume con el aumento de turistas y conocer las consecuencias trágicas de los accidentes viales hay una gran diferencia, pero lamentablemente los encargados de gastar el dinero de la publicidad oficial no ven más allá del último chaquetazo, de la última adulación en vez de entender que ese dinero no es para alabar a funcionarios que, en todo caso, debieron cumplir con su deber, sino para informar y formar a la población.