Mario Castañeda
La historia no es el recuento memorístico del pasado sino el viaje circular permanente entre éste y el presente, posicionando al ser humano en el hoy para pensarse, comprenderse y sobre todo, para hacer una sociedad distinta en el futuro.
La creación artística humana como parte de las diferentes expresiones políticas, económicas, sociales y culturales, lleva inmersa una serie de identidades que facilitan o no la convivencia entre grupos plenamente identificados con sus códigos, signos y símbolos, pero que además de viabilizarlas u obstaculizarlas, las distingue y las reafirma.
Al internarme visual e imaginariamente en el discurso novelístico de Rockfilia, Historias de Rock, del escritor y músico guatemalteco Jorge Godínez, más allá del placer de reconocerme e identificarme con un relato que tiene las características particulares de la vida rockera, surgen una serie de ideas que se cruzan tratando de dilucidar la importancia de este tipo de literatura en nuestra sociedad.
Pienso en la posibilidad de ese encuentro con la sobrevivencia cultural de los espacios y las inventivas que manifiestan marginalidad. Pienso también en las causas que posibilitan el desconocimiento de nuestra historia social y nuestra historia cultural, de esas relaciones truncadas por un Estado contrainsurgente, enemigo y asesino del arte, que durante los años más duros de la represión en el siglo XX se encargó de hacer cenizas vidas y variadas manifestaciones de cultura.
Rockfilia, que da continuidad a Rockstalgia, es una muestra plena no únicamente de la vivencia adolescente y juvenil de la época de los 60 y 70, y de una temporalidad y una sociedad desconocida para los humanos, la luzana; es una relación que involucra el contenido espiritual y material de una generación de jóvenes que vivieron, por así decirlo, en contra del sistema con las armas de la emotividad, el arte y la rebeldía. Es una novela que reivindica la vida de barrio, su lenguaje, la vida del músico, la relación entre jóvenes de diferentes estratos sociales que tienen en común la adicción al rock, las drogas, las mujeres y la intensidad de vivir en un ambiente signado por el conservadurismo de una sociedad militarizada y defensora de las buenas costumbres.
En ese marco de autoritarismo y transgresión, y, de una vida terrenal y una espacial, Rockfilia se convierte en un relato que contribuye a comprender de una forma más digerible parte de nuestra historia reciente. Se vuelve también un aporte importante para la literatura guatemalteca, pero, fundamentalmente, para el complejo e interesante mundo del rock nacional.
Y es que si hacemos el recuento de las obras literarias que llevan implícito el tema del rock, comprendido no solo como lo musical sino como las relaciones que se inscriben y desarrollan en el mismo (conciertos, vestimenta, rituales, medios de comunicación, tecnología, poder, sociedad, letras, canciones e influencias culturales, entre otros) en Guatemala son pocas.
Esta escasa producción no es casual. Puede tener sus causas en el carácter marginal del género, la incomprensión y el miedo de la sociedad a lo diferente, lo desconocido o lo que traspasa irreverentemente las convenciones de grupos de poder y subalternos, y lo ahistórico y represivo del Estado en cuanto a materia cultural se refiere.
Rockfilia es pues, otro significativo aporte a la literatura y a la historia del país. Es ese grito persistente de un sector que es superficialmente visibilizado y que en su evolución temporal ha sido estigmatizado y condenado, y que no ha corrido la mala suerte todavía de verse cooptado por la cooperación internacional como objeto de estudio, pero tampoco se le ha dado el lugar que merece por tener como centro a la juventud y configurar relaciones contraculturales. Quede pues para la historia, para la memoria del rock nacional y la literatura de esta tierra, otro aporte de Jorge Godínez que hace homenaje al recuerdo que dejó el músico y cantante guatemalteco Rony de León, quien fuera miembro de la famosa banda de rock SOS y que seguramente estará con su harmónica y su voz en el cielo? o en el infierno.