El esperado informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) sobre Irán podría mostrar una ligera mejoría en su cooperación sobre su polémico programa nuclear, pero muchas cuestiones podrían quedar sin respuesta, indicaron el jueves diplomáticos interrogados en Viena.
Este documento del director general de esta agencia de la ONU, Mohamed ElBaradei, tenía que ser publicado el miércoles al atardecer.
«Podrían observarse progresos en la cooperación» entre Irán y la AIEA, indicó un diplomático que solicitó el anonimato. «Pero también es posible que el informe enturbie aún más las aguas», agregó.
Varios diplomáticos más interrogados en Viena se mostraron escépticos respecto a la probabilidad de encontrar una respuesta definitiva a todas las cuestiones en suspenso. Por lo tanto, esto podría dejar la puerta abierta a nuevas sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas contra la República islámica de Irán.
El informe de ElBaradei será el primero de dos documentos cruciales –un segundo informe será publicado en noviembre por el Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Javier Solana– que podrían persuadir al Consejo de Seguridad de imponer una nueva serie de sanciones si resultan ser negativos para Irán.
Dos series de sanciones anteriores, como la congelación de los depósitos de los dirigentes iraníes, ya están vigentes. La nueva serie de medidas podría ser de orden económico.
Estados Unidos y varios países europeos son favorables a una tercera serie de sanciones si los dos informes –el de la AIEA y el de la ONU– muestran que Irán sigue ocultando la verdadera naturaleza de sus actividades nucleares.
Irán entregó documento
El gobierno iraní entregó a la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) un documento con información técnica sobre las piezas que permiten fabricar armas nucleares que la organización le reclamaba desde hacía dos años, informaron a la AFP el miércoles diplomáticos en Viena.
Según estas fuentes, que no quisieron revelar su identidad, el documento contiene información sobre la transformación del metal de uranio en formas esféricas que sirven para la fabricación de cabezas nucleares.
Representantes de la AIEA ya habían tenido acceso a este documento, pero Teherán nunca quiso entregarles una copia hasta ahora.
El hecho de que haya cedido no tiene gran importancia, según estas fuentes diplomáticas.
«Es como si se recibe una multa por exceso de velocidad y se evita pagarla durante dos años. Lo que realmente importa es saber por qué y cómo el documento fue redactado», explicaron.
Aunque Irán insiste en que su programa nuclear es pacífico y sólo pretende producir electricidad, Estados Unidos sigue acusando a aquel país de querer dotarse del arma nuclear.
«Hace casi dos años que el consejo de gobernadores (de la AIEA) pidió una copia de este documento y hace cuatro que reclama una cooperación completa de Irán. Una cooperación selectiva no basta», declaró el embajador estadounidense ante la AIEA, Gregory Shulte.
«El consejo de gobernadores espera informaciones completas y la suspensión de todas las actividades sensibles de proliferación» nuclear, agregó.
Para otros diplomáticos, este gesto de Teherán, que ocurre poco antes de la publicación de un informe crucial del director general de la AIEA sobre el programa nuclear iraní, es un intento de última hora de impedir nuevas sanciones de la ONU en su contra.
El informe de la AIEA podría publicarse el miércoles por la tarde o el jueves.