Catalina deslumbra a California


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En un lugar donde las premiaciones y las recepciones llenas de estrellas son algo de todos los dí­as hubo un acto que marcó la temporada.

Se trató de la revelación del contenido del equipaje de Catalina, la duquesa de Cambridge.

Por AMANDA KWAN Agencia AP

La llegada de Catalina y el prí­ncipe Guillermo a Estados Unidos, tras su primera visita oficial a Canadá, causó mucha expectación. Los seguidores de la realeza se preguntaban cómo se iban a conducir los duques y los aficionados a las celebridades se deleitaron con la mezcla de realeza británica y realeza de Hollywood.

Pero los amantes de la moda esperaban ver los modelos que portarí­a la duquesa, pues sus elecciones pueden hacer que se vací­en las tiendas a horas de una presentación. Para muchos, los modelos de Catalina en California dieron justo en el blanco, a pesar de que no sorprendió a nadie.

La duquesa trajo vestidos completamente femeninos, entre ellos uno lila etéreo y largo, hasta el suelo, diseñado por Sarah Burton para Alexander McQueen. También lució un brillante vestido verde de Diane von Furstenberg con un lazo en la cintura y un vestido de seda color plata con flores pintadas a mano de la diseñadora británica Jenny Packham.

«Es como nuestras primeras damas», dijo Kate Betts, colaboradora de la revista Time y autora de «Everyday Icon: Michelle Obama and the Power of Style», un libro sobre el estilo personal de la señora Obama. «Siempre las veremos como modelos a seguir, son esas gentes a las que vemos como un tipo de ejemplo, ya sea por la forma en la que se visten o la forma en la que hablan».

La duquesa evitó los colores brillantes y los estampados grandes, incluso en el sur de California, aunque sí­ se permitió la pieza floral de Packham para un partido de polo a beneficencia en Santa Bárbara en el cual jugó Guillermo.

Packham también creó un vestido de seda amarillo que usó la duquesa en Canadá, pero Catalina es famosa por mantener usar las cosas más de una vez: prefiere los vestidos drapeados de la casa brasileña Issa; el vestido color crema que usó en las fotografí­as oficiales de su compromiso apareció también en Canadá, mientras que sus zapatos color crudo y una bolsa de mano de la marca británica de lujo LK Bennett fueron elementos frecuentes durante su viaje de 11 dí­as.

«Repite algunas cosas para asegurarse de que la gente entienda que no está gastando en exceso en estos difí­ciles momentos de la economí­a», dijo Betts. «Está muy acorde a su edad, tiene 29 ¿no? La gente de esa edad no tiene miles de pares de zapatos, no es algo que le importe a alguien de esa edad».

El sábado para una fiesta de la BAFTA, la academia británica de ciencias y artes cinematográficas, en la que la pareja real eran los invitados de honor, Catalina complementó el vestido de McQueen con unas sandalias de plataforma Jimmy Choo.

La británica Avril Graham, editora de la revista Harper’s Bazaar, dijo que no era una sorpresa que Burton, quien diseñó los dos vestidos que usó Catalina el dí­a de su boda, estuviera detrás de su pieza para la gala de la BAFTA.

Graham celebró a la duquesa por resistirse a la «tentación» de «arreglarse demasiado con un modelo demasiado imponente, al estilo del glamour en las alfombras rojas de Hollywood», dijo.

Betts señaló que aunque la duquesa usó principalmente marcas británicas, pues tiene que mostrar su orgullo nacional, posiblemente eligió el vestido de Diane von Furstenberg para una recepción el sábado «como un gesto para la moda estadounidense».

«Tiene que ser una embajadora del estilo para Gran Bretaña», dijo Graham.