MUY POCKUS MOTIVUS. Los motivos para suspender licencias de explotación minera a las compañías transnacionales para posterior extracción de hierro en nuestras playas del pacífico parecen ser demasiado pockus, limitados a lo legal-administrativo. Ni una palabra en defensa de los intereses nacionales, de un hipotético amor a la patria, de ecología y biodiversidad, sobre dignidad, inteligencia y salud de los guatemaltecos. Ni una referencia al sentido común, de juicio razonable sobre un proyecto minero devastador e irreversible.
En términos bélicos, es una vieja guerra instigada por el glorioso mercado en que el Estado, esta vez, apenas ha ganado una batallita parcial contra un enemigo formidable(los buitres del subsuelo y del suelo a secas y mojadas), de enorme poder corporativo, con sus quintas columnas, cipayos, espías, avanzadillas, entreguistas y vendepatrias profesionales.
Y como el diablo nunca duerme—envidioso y celoso de la obra de Dios–, sino que se mantiene viendo dónde, a quién y cómo joroba, ya los descomunales imanes extractivos y extractores de nuestro hierro se aprestan, por el momento, a presentar “recursos legales†sobre el agua.
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EL (EX) ELEGIDO DE DIOS. A estas alturas del encuentro, ya nada me importa confesar que a mí, R.L., varias veces, tanto en sueños como en vigilia, por signos que sólo yo identificaba, Dios me dijo que quien soy es la persona indicada para ser Presidente de la República, que í‰l me apoyaba, pero que debía fundar un partido o buscar uno que me lanzara. Como fue más bien una opinión, juicio o parecer desapasionado de Dios, no una orden expresa, no un mandato, no un apremio o insistencia, me pareció que í‰l, en su infinita sabiduría y prudencia, ponía en mis manos una decisión tan trascendental y difícil, y entonces como pasable chapín, fui dejando para mañana lo que debía hacer hoy, le di tiempo al tiempo, hice las de Hamlet en lugar de hacer como don Quijote, encontré o inventé excusas más o menos valederas, varias veces me dije que Dios, como buen padre, veía en mi cualidades y credenciales que tal vez no poseo, en fin. Lo demás, según el decir, es historia. (Si Dios estaba conmigo, ¿por qué había tanto contra mí…en mí?
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DIA DE LOS INOCENTES. Aviso al noble y sufrido pueblo de Guatemala. Por órdenes inapelables del honorable e ilustrado Tribunal Supremo Electoral, el Día de los Inocentes ha sido trasladado al 11 de septiembre, en el horario acostumbrado. Publíquese y cúmplase.