Délfido Barrera Navas a pocos pasos de cumplir 80 años de vida


Blanca Eva Ortiz Recinos

Délfido Barrera Navas, mi esposo, una joya de la literatura guatemalteca, que escribió su primer poema a la edad de 15 años, socio honorario de la APG, miembro de la Asociación de Escritores y Amigos del Libro Nacional; maestro de educación y especializado en supervisión escolar, considerado en todos los ámbitos del paí­s como uno de los valores en los cí­rculos cristianos a nivel interdenominacional, digní­simo esposo y padre de un enjambre de hijos profesionales que procreamos con la ayuda de Dios, muy pronto, precisamente el 12 de diciembre del año de gracia 2007, arribará a sus 80 años de vida, rodeado del amor de los que le amamos y admiramos por su humildad, sencillez y don de gentes.

Herido por el cáncer, pero afortunadamente sanado por Dios, con una operación de corazón abierto desde hace diez años, recuperado de cirrosis hace poco tiempo por su médico de cabecera nuestro Señor Jesucristo, según sus médicos generales y especialistas dicen que la prolongación de sus dí­as no tiene ninguna explicación cientí­fica ni médica de por qué se mantiene con vida después de haber sido azotado por una serie de enfermedades incurables e irreversibles.-

Hijo de padres cristianos, ama a la humanidad sin ninguna distinción religiosa, ni polí­tica. Se angustia al vivir en un mundo donde los hombres derraman todos los dí­as sangre inocente sin comprender que con cada gota de sangre derramada hieren cruelmente el mismo corazón de Dios. Con la clásica «Llamarada de Tusas» que caracteriza a los Barrera, jamás guarda rencor con ninguna persona y no tiene ni un enemigo en el mundo. La filosofí­a que orienta sus pasos tiene su fundamento en el milenario «AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS». Délfido cree que nadie es mejor que otro, sólo somos diferentes y por eso abomina el racismo por que cree que Dios nos hizo de una misma sangre y un mismo linaje.

En el hogar, mi esposo ha sido mi maestro y con él educamos a nuestros hijos sobre la base de principios y valores humanos, morales, éticos y eternos. í‰l cree firmemente que carisma sin carácter es una religión del alma y carácter sin carisma se convierte en una religión frí­a. Su vocablo favorito es Balance en todas las cosas que depara esta vida que no es más que un paréntesis durante el cual Dios valora la calidad humana con la lámpara que es el mismo espí­ritu del hombre, la cual escudriña lo que hay dentro del ser en este inexorable pasó hacia la eternidad.

No conozco hombre más sufrido y más estigmatizado que Délfido Barrera Navas. Un amigo y compañero de trabajo le quitó de una plumada la institución que dirigí­a con todos sus bienes materiales. Como respuesta él invito al ofensor a un desayuno de gratitud, «borrón y cuenta nueva» y lo perdonó inmediatamente. En 1954 la contrarrevolución castilloarmista lo dejó sin empleo diez años, por el delito de haber sido Secretario General del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG). Jamás admitió un espí­ritu de venganza y para él todos los guatemaltecos son sus amigos y sufre por todas las heridas que hemos dado a la patria que es una de las tierras más lindas del planeta. Le gustarí­a ser uno de los asesores sin sueldo del nuevo presidente para darle ideas de cómo sacar adelante a Guatemala. «Con ira se destruye, y sólo con paciencia se edifica».

Délfido ha escrito 45 libros y sus mejores logros poéticos han sido difundidos ampliamente en Estados Unidos, México y Centroamérica. En el periodismo se destacó en la Asociación de Periodistas de Guatemala como el maestro que fomentó y practicó con éxito al lado de periodistas maestros, desarrollo de este quehacer de los comunicadores sociales a nivel departamental.

Lo desconciertan los homenajes; se abruma cuando le rinden honores y responde humildemente: «Yo no compongo mis versos, únicamente los escribo, el Espí­ritu sopla donde quiere, yo solo soy la voz del que clama en el desierto».

Mi esposo acepta con resignación, paciencia y gratitud al que le dio la vida que la hora de su partida está cercana. Inspirado en la filosofí­a paulina, cree que «ha peleado la buena batalla, ha acabado la carrera, y ha guardado la fe».

Que haya sobrevivido después de su operación abierta que le regaló Visión Mundial, La Iglesia Bautista de Modesto California y el Centro Médico de la misma ciudad, es un asunto que no creyeron ni los que practicaron su peligrosa operación, ni mucho menos el que la dirigió que fue el doctor MacMillan. Nuestro cardiólogo guatemalteco Ismael Guzmán, la doctora Jeannette de Fortí­n, y el doctor Virgilio Zapata, fueron los héroes que Dios usó para salvar su vida.

Mi esposo cree que el diario El Imparcial, Prensa Libre, Diario La Hora, Impacto, Diario de Centro América, La Nación y Radio Cultural fueron sus laboratorios donde aprendió los primeros rudimentos del periodismo y guarda por ellos eterna gratitud.

La municipalidad de Santa Catarina Mita, Jutiapa, lo declaró Hijo Predilecto y propuso al Gobierno de la República y a las diversas instituciones del paí­s que se le otorgara La Orden del Quetzal y una pensión vitalicia por sus múltiples servicios prestados a la patria; pero en la Secretarí­a de Asuntos Especí­ficos de la Presidencia archivaron el expediente. Ojalá que el ciudadano triunfador para el cargo de Presidente de la República en la segunda vuelta, no ponga en saco roto esta justa petición de la municipalidad de Santa Catarina Mita.