Hablar de premios, sobre todo literarios, siempre es controversial, ya que siempre habrá más de algún inconforme. Con relación al Nobel, revisando la lista de los últimos quince años, talvez sólo llamen la atención unos cuantos nombre: Harold Pinter, Darío Fo, Gunter Grass o José Saramago, de quienes nadie dudó si se lo merecían.
Sin embargo, la Academia Sueca está pendiente casi siempre de otros aspectos. Probablemente, los anteriormente mencionados, no hayan ganado por su excelente calidad literaria, sino más bien por sus posturas políticas. Sólo por hablar del primero, Pinter, célebre por ser uno de los del teatro del absurdo, después de Ionesco y Beckett, ya tenía muchos años de no publicar, pero se había pronunciado en contra de la guerra en Irak, y eso le valió para el premio.
Otros premios, sobre todo los primeros Nobel de Literatura, han sido ampliamente criticados. Por ejemplo, el español José Echegaray, quien ganó en 1904, fue rápidamente «pasado por las armas» por la Generación del 98 en España, y su medalla de Nobel se quedó sin brillo.
Cuando Europa fue azotada por la guerra, debieron voltear la mirada a América, concediéndoselo a la chilena Gabriela Mistral, quien se quedaría muy corta comparada con el otro Nobel compatriota Pablo Neruda.
Winston Churchill, siendo Primer Ministro británico, en 1953, recibió el Nobel de Literatura, sin importar siquiera que nunca hubiera escrito una obra literaria.
Probablemente, el mismo Miguel íngel Asturias, al recibirlo en 1967, se vio más favorecido por sus novelas de corte antiimperialista y por la conflictividad que por ese momento había en Guatemala.
Asturias recibió el anuncio del Nobel el día de su cumpleaños, el 19 de octubre. Es decir, que este viernes cumplirá 40 años del otorgamiento del galardón. Afortunadamente, este escritor guatemalteco ha demostrado con creces que ha sido uno de los mejores literatos del mundo en el siglo XX. Talvez, sólo en Guatemala no le demos por completo su valor, y ése es precisamente uno de los objetivos de la presente edición del Suplemento Cultural.