Mercado de metales de Londres


Parto. Alistair Darling, ministro de Finanzas del Reino Unido. La bolsa de metales de Londres (LME), una vieja dama que este año sopló sus 130 velas, espera a pesar de ello dar a luz un robusto bebé: la cotización del acero. (AFP / La Hora)

La bolsa de metales de Londres (LME), una vieja dama que este año sopló sus 130 velas, espera a pesar de ello dar a luz un robusto bebé: la cotización del acero.


Tres primeras referencias fueron seleccionadas para la cotización de contratos a futuro del acero, anunció ayer el LME, durante la semana que reúne en Londres a los pesos pesados de la industria de los metales.

Las cotizaciones del acero arrancarán mediante plataforma electrónica el 25 de febrero del próximo año y mediante parqué tradicional el 28 de abril.

«Se trata de dos referencias de molduras producidas por la acerí­a griega Hellenic Halyvourgia y por el fabricante turco Colakoglu Melalurji», indicó el LME en su comunicado.

«Los contratos cubrirán dos regiones: el Mediterráneo y Oriente Medio», precisó el LME.

Las molduras, producto metalúrgico de base que sirve para fabricar productos largos (vigas, perfiles, raí­les o barras), podrán ser entregadas en dos almacenes del LME, uno en Turquí­a, otro en Corea del Sur.

El LME tiene como objetivo un mercado de unos 160 millones de toneladas al año.

Como los demás contratos del mercado, los contratos de acero serán garantizados por reservas reales, depositadas en los almacenes del LME.

«La entrega fí­sica (del metal) es un aspecto indispensable de los contratos de acero a plazos del LME, en el sentido que dan credibilidad al precio y permiten asegurar un equilibrio entre el mercado fí­sico y los contratos a futuro», explicó a la AFP Anna Campopiano, responsable de estrategia del LME.

«En los últimos años, la industria del acero, que antes estaba muy controlada por los Estados, empezó a cambiar y a consolidarse, mientras que los precios del acero eran cada vez más volátiles. Ante el cambio de las condiciones económicas, los industriales necesitan herramientas para gestionar sus riesgos», continuó.

«Es el buen momento para lanzar contratos a futuro del acero», estimó.

La cotización del acero chocó igualmente con problemas técnicos: contrariamente a los metales ya cotizados, como el cobre o el aluminio, el acero es un producto que puede tomar formas y cualidades muy variables.

Las fusiones y adquisiciones en el sector metalúrgico totalizaron 77.400 millones de dólares en 2006, un monto récord que se duplicó ampliamente respecto a 2005, según un estudio mundial publicado este verano por el gabinete PricewaterhouseCoopers (PwC).

El gigante ArcelorMittal nació de ese reciente ciclo de reestructuraciones, que también vio como el angloholandés Corus absorbí­a al indio Tata Steel.

Para imponer sus nuevos contratos sobre el acero, el LME intentará sin duda convencer a los gigantes industriales que no le han aportado su apoyo, en particular ArcelorMittal y ThyssenKrupp.

Aunque número uno, «ArcelorMittal sólo representa 10% de la producción mundial», advierte sin embargo Anna Campopiano.

El LME deberá igualmente luchar con las plazas financieras competidoras, que están gestando sus propios proyectos.

La bolsa estadounidense de materias primas, el Nymex, anunció en julio que «este año» lanzará un contrato de acero a plazos en su mercado.

La bolsa de materias primas de Dubai (Dubai Gold and Commodities Exchange) se puso también manos a la obra y lanzará el 29 de octubre un primer contrato sobre las barras de acero utilizadas en la construcción de hormigón armado.