Cientos de miles de italianos comenzaron a votar el lunes a favor o en contra del acuerdo que aumenta la edad para jubilarse, una consulta organizada por los sindicatos que posee el valor de un test, en momentos en que la izquierda radical exige al gobierno renegociar el texto.
Quince millones de personas entre trabajadores, desempleados y jubilados están llamados teóricamente a votar, pero los sindicatos prevén una participación de unos cinco millones en la consulta, que culminará el miércoles.
El «referéndum» que no tiene ningún valor vinculante trata sobre el acuerdo concluido en julio entre las tres confederaciones sindicales y el gobierno de Romano Prodi sobre el aumento de la edad para jubilarse, fijada en 57 años actualmente a 58 años en 2008, con 35 años de cotizaciones, y a 60 años desde 2011, con 36 años de cotizaciones.
La reforma anterior, votada por la derecha, preveía aumentar la edad mínima a 60 años desde 2008.
El acuerdo también comprende disposiciones sobre el trabajo precario, el trabajo a tiempo parcial y la jubilación anticipada para los empleados que ejercen profesiones denominadas «pesadas».
Los sindicatos esperan una amplia victoria del «sí» pese a la oposición del poderoso sindicato metalúrgico FIOM, miembro de la confederación CGIL. El acuerdo también es apoyado por el empresariado.
La consulta fue precedida por miles de asambleas de explicación durante las cuales los sindicatos fueron a veces maltratados, como en la histórica fábrica Mirafiori de la Fiat en Turín, considerada como un bastión de la FIOM.
El acuerdo también fue cuestionado por la izquierda radical (comunistas y verdes) de la coalición en el poder, que desea renegociarlo para obtener una ampliación de los beneficiarios que se jubilan y que poseen un oficio «pesado».
Los comunistas también demandan que todo trabajador empleado durante tres años con un contrato de duración determinada sea automáticamente contratado.
El resultado de la consulta se conocerá el viernes, justo antes del consejo de ministros que debe ratificar el texto, y sería por ende decisivo para su renegociación.