La sonda espacial japonesa «Kaguya» fue puesta en órbita con éxito alrededor de la Luna, satélite que explorará durante un año, en la maniobra más difícil de una misión presentada como el más ambicioso proyecto lunar desde los programas estadounidenses Apollo en los años 60 y 70.
«Tenemos la confirmación de que la sonda se comporta de manera normal», anunció este viernes la Agencia Espacial Japonesa (Jaxa), precisando que la puesta en órbita ocurrió el jueves.
La sonda debe acercarse progresivamente a la Luna para estabilizarse hacia el 19 de octubre en una órbita circular de observación, situada a unos 100 km del suelo.
La sonda principal deberá también lanzar dentro de unos días dos pequeños satélites anexos no motorizados gracias a un mecanismo complejo inédito, en una operación de alto riesgo.
Uno de los satélites servirá como repetidor para la transmisión de datos a la Tierra cuando la sonda se encuentre oculta detrás de la Luna. El otro permitirá medir el campo gravitatorio de la Luna en asociación con su gemelo.
Siendo los primeros en poner una sonda en órbita alrededor de la Luna, los japoneses se sitúan a la cabeza de una carrera internacional, por delante de los chinos y los indios, que prevén lanzar sus propias sondas en los próximos meses.
La misión japonesa tiene como principal objetivo entender mejor el origen y la evolución de la Luna con la ayuda de unos 15 instrumentos de medida embarcados en esta sonda, que fue lanzada el 14 de septiembre por un cohete japonés H-2A.
«Kaguya» (nobre de una princesa de un cuento tradicional japonés) permitirá realizar una cartografía más precisa de la Luna y conocer mejor su superficie y sus capas inferiores.
También deberá estudiar la repartición de los minerales y otros elementos, evaluar los fenómenos magnéticos e interesarse en el comportamiento de partículas energéticas y plasmas.
La observación comenzará realmente en diciembre, una vez que todo el dispositivo esté instalado y todas la pruebas de validación hayan sido efectuadas.
Si todo transcurre como previsto, la Jaxa estudiará asimismo durante esta misión «la forma en que la Luna puede ser utilizada como nuevo recurso para los terrícolas», explicó a la AFP un científico de la Jaxa, Seiichi Sakamoto, poco antes del lanzamiento.
La agencia espacial prevé en especial buscar una ubicación ideal para instalar una base lunar humana internacional hacia 2025.
Los investigadores japoneses querrían también confirmar o refutar la hipótesis según la cual existiría agua en forma de hielo en los polos de nuestro satélite.
Por otra parte, una cámara de video de alta definición embarcada en la sonda envió a sus primera imágenes a la Tierra tomadas desde una altura de 110.000 km.
La misión, que costó 55.000 millones de yenes (355 millones de euros, 501 millones de dólares), debe durar un año, tras lo cual la sonda irá a estrellarse contra el suelo lunar donde la Jaxa irá tal vez a buscarla un día, según su presidente, Keiji Tachikawa.
Los preparativos de «Kaguya» fueron más largos de lo previsto, lo que permitió a China e India poner a punto sus propias misiones de exploración lunar, las cuales deberían estar listas en las próximas semanas y en 2008, respectivamente.
Pero Japón se enorgullece de haber logrado adelantárseles, ya que hasta ahora sus ambiciones espaciales habían sufrido algunos reveses. El cohete H-2A estuvo paralizado un año y la sonda «Hayabusa» aún no regresa sin que se sepa si cumplió o no su misión. Otro programa lunar de menor envergadura, «Lunar A», fue anulado el año pasado.