El San Francisco de la polí­tica


Recuerdo. Foto de archivo del escritor francés Regis Debray (D) y el pintor argentino Ciro Bustos (2o. D), colaboradores de El Che, en el momento de ser capturados por la policí­a boliviana. (AFP / La Hora)

Ernesto Che Guevara sedujo a católicos brasileños como el fraile dominico Betto, que consideraba al guerrillero un «San Francisco de la polí­tica» y siguiendo sus pasos apoyó la lucha armada contra la dictadura brasileña.


«El Che era nuestro paradigma revolucionario», dijo fray Betto, una de las figuras emblemáticas de la Teologí­a de la Liberación nacida en los años 60 en América Latina pregonando que los católicos se involucraran en las luchas sociales y polí­ticas.

«Para nosotros era un San Francisco de la polí­tica pues habí­a renunciado al poder en Cuba y lleno de hambre por justicia se metió en la selva del Congo y luego en Bolivia para liberar la patria grande latinoamericana», añadió.

El religioso de 63 años fue detenido en 1969 y pasó cuatro años en la cárcel por estar vinculado junto a otros frailes dominicos a un grupo izquierdista alzado en armas contra el régimen militar instaurado en 1964.

Considerado uno de los referentes de la izquierda brasileña y amigo personal del lí­der cubano Fidel Castro, Betto tuvo un fugaz pasaje por el gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva. A 40 años de la muerte del Che cree que la ví­a insurreccional era válida contra las dictaduras que dominaban América Latina.

«En aquel momento no habí­a otra alternativa frente a las dictaduras militares. Este es un principio de Santo Tomás de Aquino: si no hay otra manera de sacar al tirano, el pueblo tiene derecho a las armas», afirma.

«Hoy la coyuntura es otra y la lucha armada solo interesa a los fabricantes de armas y a la extrema derecha», advierte.

Betto destaca los resultados sociales de la revolución cubana que el Che ayudó a cimentar, aunque añade que Cuba «merece apoyo pero no debe servir de modelo». «Cabe a nosotros construir nuestro propio modelo» para asegurar la reducción de las desigualdades sociales, afirma.

Betto sostiene que el legado del Che es «su entrega total a los más pobres, a la liberación de los pueblos latinoamericanos y su crí­tica al capitalismo y al social-imperialismo soviético».

Considera que la proliferación de imágenes de Guevara en objetos de consumo como vestimentas «es una forma del sistema de cooptar el sí­mbolo revolucionario del Che». «Sin embargo, considero que es mejor que sea el Che y no Bush», añade.