Paro dominicano


Conflictos. Leonel Fernández Reyna, presidente de República Dominicana, podrí­a enfrentar problemas por el paro en su paí­s. (AFP / La Hora)

Una huelga convocada por gremios del transporte y de los comerciantes afectó ayer a República Dominicana, en demanda de aumentos salariales, mejorí­a de los servicios y reducción de impuestos.


«El paro ha sido total», en provincias como Santiago y La Vega (norte), San Juan (sur), Barahona (suroeste) y San Pedro de Macorí­s (este), declaró a media mañana Jesús Adón, vocero del Foro Social Alternativo (FSA), entidad que convocó el movimiento.

El FSA, un colectivo de organizaciones comunitarias, sindicales y de izquierda, también asegura que Santo Domingo está paralizado en un 90%.

En la noche del lunes, el presidente Leonel Fernández se reunió con los lí­deres de tres de las principales asociaciones de transportistas de pasajeros. Los chóferes alegaron que dieron un paso hacia las soluciones y el mandatario declaró fracasado el llamado a la paralización.

«Porque este paí­s no puede darse el lujo de estar paralizado continuamente, sobre todo cuando demanda cada vez mayor dedicación al trabajo para ser más productivos y seguir avanzando por senderos de progreso y de modernidad», dijo Fernández en el Palacio Nacional.

Entre las entidades que rechazaron el llamado a huelga figura la Confederación Nacional de Organización de Transporte (Conatra), contrario a la Federación Nacional de Transporte La Nueva Opción (Fenatrano), que sí­ apoya el movimiento de protesta.

Entre las dos controlan el 95% del transporte nacional de pasajeros. La situación provocó que los empleados en Santo Domingo y otras ciudades enfrentaran dificultades para llegar a sus centros de trabajo.

Mientras, el comercio lucí­a operando a medias en las primeras horas.

Las Fuerzas Armadas y la Policí­a Nacional hacen sentir su presencia en las principales esquinas, puentes y salidas de las principales ciudades.

Es el segundo paro que enfrenta esta gestión de Fernández (1996-2000 y 2004-2008). El primero tuvo lugar el 9 de julio y logró la paralización parcial de las actividades comerciales y de transporte en todo el paí­s, con el saldo de un muerto y varios heridos.

Los huelguistas exigen un aumento salarial de 30% en el sector público y soluciones a las crisis de servicios públicos, como el de la energí­a eléctrica y el agua potable.

También, la reducción de los impuestos a los combustibles, que constituyen un elemento inflacionario, por los altos precios del petróleo a nivel internacional.