La organización de defensa de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) urgió hoy al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a decidir un embargo sobre las armas destinadas a Birmania.
«Los Estados, en particular China, India y los miembros de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), así como Rusia, Serbia y Ucrania, deben hacer cesar inmediatamente el involucramiento de sus agencias, empresas y ciudadanos en la entrega directa o indirecta a Birmania de cualquier equipo militar, de policía o de seguridad», agregó Amnistía en un comunicado publicado en Londres.
«Desde el 25 de septiembre de 2007, las fuerzas de seguridad de Birmania efectuaron redadas contra los monasterios, usando gases lacrimógenos, porras y tiros de advertencia para dispersar a los manifestantes. Dispararon contra manifestantes que huían y contra periodistas», agrega la organización.
China es «la principal fuente de armamento para las fuerzas de seguridad birmanas, seguida de India, Serbia, Rusia, Ucrania y otros países», precisó AI.
Amnistía, que dice creer que el balance «supera ampliamente los nueve muertos confirmados por las autoridades birmanas», evalúa en «al menos 1.000 personas, incluidos bonzos y otras personalidades públicas» las personas detenidas en Rangún, la principal ciudad del país.
«Hay un gran riesgo de que el ejército y las fuerzas de seguridad continúen las detenciones y reaccionen con una escalada de violencia a cualquier nueva manifestación de los que piden reformas democráticas», señala Amnistía.
«Este tipo de respuesta agravaría una situación de los Derechos Humanos ya de por sí seria y podría provocar una afluencia masiva de refugiados», advirtió la organización.