Guillermo y Catalina llegan a Los Angeles


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El prí­ncipe Guillermo y Catalina llegaron el viernes a Los Angeles tras su gira de nueve dí­as por Canadá para comenzar un torbellino de actividades durante el fin de semana.

Por THOMAS WATKINS y DERRIK LANG
LOS ANGELES / Agencia AP


Su llegada fue un asunto discreto en comparación con las enormes bienvenidas que tuvieron en los estados canadienses.

Fuera de un juego de polo en la ciudad costera de Santa Bárbara, gran parte de las actividades de la pareja se concentrarán en negocios y no en placer. En vez de ir a los sitios turí­sticos de Hollywood o a las playas de Malibú, su itinerario incluye recaudar fondos para buenas causas, promover la inversión de estadounidenses en Gran Bretaña y actividades caritativas.

Uno de los detalles curiosos del viaje real es que, a pesar de que Guillermo ya ha visitado Estados Unidos, esta es la primera vez que Catalina pisa suelo estadounidense.

Los recién casados llegaron poco después de las 4:00 p.m. (hora local) en un jet militar canadiense. Catalina, quien se despidió de Calgary en un vestido de lana rojo, se cambió a bordo del vuelo y salió del avión con un vestido gris claro. Guillermo continuó con sus trajes sastre azul marino.

Un pequeño grupo de dignatarios, incluyendo en gobernador de California Jerry Brown y su esposa Anne Gust, el alcalde de Los Angeles Antonio Villaraigosa, y el embajador británico para Estados Unidos Sir Nigel Sheinwald los recibieron en el aeropuerto.

Las autoridades han advertido a los omnipresentes paparazzi, a quienes se culpó en parte de la muerte de la princesa Diana en 1997, que no se tolerará su agresividad.

«Pedimos a los paparazzi una conducta respetuosa y digna», dijo el subjefe de policí­a Michael Downing. «Y los paparazzi recibirán de nuestra parte un trato respetuoso y digno».

La primera actividad de la pareja fue asistir a un congreso del sector tecnológico en Beverly Hills con la finalidad de promover la inversión estadounidense en compañí­as tecnológicas británicas.

«Fueron una presencia exquisita», dijo Neil Stiles, presidente de Variety, la compañí­a que patrocinó una mesa redonda en el congreso en la cual estuvo la pareja. «Estaban relajados y muy cómodos en el ambiente. Eran demasiadas cosas al mismo tiempo. Llegaron a un congreso que se ha realizado todo el dí­a y con un tema de negocios pesados y me parece que lo tomaron muy bien», agregó.

La pareja se alojará en la casa del cónsul británico en Hancock Park, donde tuvieron una recepción privada en la que pudieron conversar con David Beckham. Los vecinos del barrio comenzaron a colocar señales para que los fotógrafos no se metan en sus jardines.

El sábado, la pareja irá al lujoso Santa Barbara Polo & Racquet Club. Pagando una entrada de 4.000 dólares, los ricos podrán alternar brevemente con la pareja, ver un partido de polo en que jugará Guillermo y asistir a la entrega del trofeo al equipo ganador por Catalina.

El sábado por la noche habrá una cena en el histórico Teatro Belasco para presentar a jóvenes talentos británicos a directivos de Hollywood.

La visita del domingo será menos glamorosa: en el barrio de Skid Row visitarán una academia que da clases gratuitas de artes interpretativas a niños de los barrios más pobres.

La pareja partirá de Los Angeles el domingo por la tarde.