¿A dónde vas, Vicente? A donde va toda la gente. Así decían mis abuelitos cuando uno quería estar en la moda. Pues bien ahora que está en la moda lo de los pueblos indígenas yo quisiera saber cuántas generaciones se tiene que haber vivido en un lugar para ser considerado indígena, pues según registros históricos algunos de mis ancestros vinieron hace como 15 generaciones, otros pudieron haber venido hace 100 generaciones y así, a saber si algunos otros vinieron hace 200 o 300 generaciones al continente americano.
Ya que los conocimientos históricos de mi familia no llegan hasta tan lejos me concretaré únicamente a los más recientes, para tratar de descifrar el enigma de que si soy indígena o soy extranjero.
Hace 15 generaciones allá por el año de 1600 en el Oriente del país nació una de mis ancestros directos llamada María de Vargas que era hija de Francisco de Lobo Vargas Paz y doña Gerónima de Galdámez; Francisco era hijo de la mestiza Francisca de Paz, quien era hija de la indígena María de Molina, quien a su vez era hija de don Diego, cacique de Soconusco. Si mis datos están correctos, entre el 80 y 90 % de la población del Oriente del país viene de esta rama, por lo cual los orientales podemos decir que somos herederos de estirpe noble indígena.
Yo creo que los actuales residentes del planeta Tierra estamos tan diluidos y tan cruzados, que casi toda la población mundial tiene sangre de dos, tres o más continentes, lo que pasa es que en las Naciones Unidas y en algunas otras organizaciones mundiales hay miles de personas que de eso viven, viajan por el mundo y disfrutan la vida a nuestras costillas, manteniendo a la moda esos temas y creando distanciamientos entre la raza humana.
Tal vez si hubiera forma de viajar en el tiempo podría ser que descubriéramos que los que actualmente son considerados indígenas, muchos siglos atrás fueron invasores de otros que ya se encontraban establecidos y que éstos habían sido también invasores, etc. etc. y allí viene otro refrán de los abuelitos: «Nada es verdad, nada es mentira, todo depende del cristal con que se mira», por eso en Zacapa le ponemos a las vacas anteojos verdes para que crean que están comiendo zacate en lugar de piedras.
Felicitaciones a mi pueblo por la nobleza del Alcalde saliente en reconocer su derrota, sin bochinches y sin berrinches.