El tifón que azotó Tokio y su región la noche del jueves al viernes, uno de los más potentes en Japón en los últimos años, causó dos muertos, dos desaparecidos y una cincuentena de heridos.
Los tifones rara vez llegan con fuerza a la capital japonesa, la mayor ciudad del mundo con 20 millones de habitantes.
El Fitow golpeó Tokio a las 2:30 locales (11:30 horas de ayer en Guatemala), acompañado de lluvias torrenciales, que desbordaron ríos, y violentas ráfagas de viento.
Por la tarde, debilitado aunque todavía con rachas de más de 140 km/h, siguió ruta hacia el norte del archipiélago, indicó el servicio meteorológico nacional. Se espera que llegue a la isla de Hokkaido el sábado por la mañana.
En Tokio, los servicios de emergencia –en helicóptero y barcos– rescataron a más de una treintena de personas, en su mayoría sin hogar y que quedaron atrapadas en las orillas desbordadas del río Tamagawa.
Los dos desaparecidos son dos mendigos que vivían junto al cauce.
Las cadenas de televisión mostraron a un indigente y a sus gatos mientras eran arrastrados por la corriente. Al final, tanto el hombre como los animales, fueron rescatados.
El fenómeno de las personas que viven en las calles o «sin techo» es reciente en Japón –originado por la recesión de los años 90–. Generalmente, estas personas se instalan en los parques y junto a los ríos.
Noveno de la temporada, el tifón Fitow (nombre de una flor de Micronesia) provocó la anulación de más de 200 vuelos aéreos y perturbó el tráfico ferroviario y los servicios del metro.
Un hombre de 76 años murió la noche del jueves por la caída de un árbol cuando intentaba despejar una carretera de las ramas arrancadas por la tempestad en Karuizawa, una estación de montaña del centro Japón, informaron los bomberos.
El otro fallecido, por un corrimiento de tierras, es un obrero que trabajaba en la construcción de una presa en Ono (oeste de Tokio).
Al menos 50 personas, entre ellas siete pasajeros de un tren de cercanías de Tokio cuya ventana estalló, resultaron heridas, según un balance de la agencia Kyodo.
Más de 100.000 viviendas se quedaron sin electricidad y más de 300 casas quedaron inundadas.
«Los semáforos temblaban violentamente. He pasado miedo», confesó Masae Mizushima, una empleada de 34 años.
Por la tarde, el sol volvió a lucir en la ciudad y sólo algunas ramas caídas y paraguas rotos delataban la tempestad.
En octubre de 2004, el tifón más violento en un cuarto de siglo, ’Tokage’, causó decenas de muertos en Japón.