En búsqueda de un espacio en el cielo


hector-luna

“La iglesia ha de ser una institución moral, pero no moralizante… Ante todo y sobre todo hemos de dar noticia al hombre de hoy del í­ntimo, radiante y librador misterio de su existencia, que salva de la angustia y la autoalienación, y al cual nosotros llamamos Dios” ( Karl Rahner s.j.)

 


Muy bello lo que nos dice Karl Rahner s.j.   teólogo de la  Iglesia, y es que en la actualidad miles de creyentes se han dedicado a fomentar una iglesia sin vida. Si el lector vive en Guatemala se dará cuenta de que han surgido muchos rótulos donde dice que el fin del mundo llegará el 21 de mayo, la fecha ya pasó y como vemos la charlatanerí­a de aquellos que se dicen cristianos  cayó en una mentira que ya era de esperarse, nadie sabe cuándo se va a acabar el mundo y mucho menos viniendo de personas que por falta de educación o por ser oportunistas de dedican a “babosear” a muchos que les creen y que miran a ese personaje que pregona dicha farsa, como un dios.

   La culpa ha sido de que muchas personas dentro del cristianismo ya sea católicos o protestantes, han abandonado esa iglesia viva y se han dedicado a pregonar hasta estigmas apocalí­pticos que de verdad da pena escucharles.

   En estos tiempos,  es muy frecuente que usted mire a muchos amigos con Biblia bajo el brazo y que le dicen que ahora están salvos,  porque se volvieron evangélicos y esto les dará un espacio en el cielo, luego de su paso por este bello planeta. No se los discutimos, pero personas que andan buscando un lugar donde estar en el cielo (No nos estamos refiriendo a los astronautas) luego de su muerte, sí­ que están “fritos” al exponer argumentos sin ninguna validez.

  Nosotros respetamos aquellas personas creyentes que buscan un espacio en el cielo, pero con mucha sabidurí­a y fe ante el altí­simo,  sean de cualquiera religión. Pero aquellos que por salvarse según ellos, se meten a la religión o a buscar a Dios sólo por ello y llevan una iglesia muerta dentro de su alma, no caminan.

 Surge esto, porque es muy triste ver a muchas personas predicando el evangelio- (cristiano o católico), olvidándose de lo más elemental como es  la fe en las cosas de Dios y de estos hay muchos.
  
   “En el terreno de lo espiritual somos, hasta un extremo tremendo, una iglesia sin vida; a los funcionarios eclesiásticos les digo (Y con ello hecho una gruesa piedra sobre mi propio tejado): figuraos por un momento, con un poco de imaginación existencial, que no sois funcionario eclesiásticos, que andáis por las calles ganándoos  el pan como un barrendero o (si se prefiere) como un cientí­fico en su laboratorio de fí­sica de plasmas , donde no se oye en todo el dí­a una palabra sobre Dios y, sin embargo, se consiguen éxitos soberbios. ¿Qué dirí­as en esas circunstancias?” Karl Ranher s. j.

   Y es que esa es la realidad los jerarcas de la Iglesia han descuidado mucho su papel de pastores. Pero todo esta clase de personas que se dedican a llevar “agua para su molino” pese que desvirtúan hasta la fe de muchos,  al ver que se dedican a ser mercaderes del Evangelio, no podrán jamás con sus charlatanerí­as,  como decí­amos con eso de que se va acabar el mundo, hacerle un daño total a todos aquellos que creen en un Dios vivo y son ejemplos de buenas personas ya que con sus actitudes lo demuestran.

  Un amigo que no es muy cristiano me decí­a haciendo un chiste sobre el buscar un espacio en el cielo, que lo  más importante para un hombre es ser una buena persona y esta es la realidad. Quienes dejan huella por su paso por este planeta, son aquellos que fomentan el amor entre la familia y la humanidad. Son aquellos hombres que siendo sabios o no, llevan un amor muy grande ante sus semejantes lo que los hace muy valederos de una vida muy bella donde la maldad está lejos de su cí­rculo.