El caso del robo de un Picasso en San Francisco quedó resuelto y la Policía informó ayer que un hombre de Nueva Jersey fue quien lo tomó de una galería y escapó en un taxi.
La policía arrestó a Mark Lugo, de 31 años, de Hoboken, Nueva Jersey, el miércoles en un apartamento en Napa, y encontró el dibujo fuera de su marco. La obra a lápiz de 1965, titulada «Cabeza de Mujer», fue adquirida hace unos meses en una subasta en Nueva York y está valuada en casi 250 mil dólares.
SAN FRANCISCO / Agencia AP
«No pude dormir varias noches», dijo Rowland Weinstein, propietario de la galería de arte. «Me siento muy, muy afortunado y muy aliviado de que el Picasso no sufriera daños y regresara a salvo».
Weinstein dijo que planeaba mejorar el sistema de video de seguridad fuera de la galería. El dibujo fue mostrado bajo custodia durante una conferencia de prensa en las oficinas de la policía el jueves.
Lugo enfrenta cargos por robo en domicilios, robo agravado y cargos relacionados a drogas. Está detenido y se le impuso una fianza de cinco millones de dólares. Había estado en la zona desde el 4 de julio, dijo el jefe de la policía Greg Suhr.
Después de que Lugo tomó el dibujo de la galería, se subió a un taxi que lo llevó a un hotel lujoso cercano, donde se había hospedado. La policía localizó al chofer del taxi y rastreó las pistas de Lugo al hotel y después a Napa, donde estaba visitando a unos amigos.
El arresto de Lugo se realizó un día después de que el restaurante Lefty O’Douls, cercano a la galería, mostrara un video de seguridad en el que aparecía un hombre que coincidía con la descripción de Lugo, quien llevaba bajo el brazo una pintura en un marco cubierta con un periódico.
«Pensaba que había un margen de 24 a 48 horas para atrapar a este tipo», dijo Nick Bovis, propietario del restaurante. «Si lo íbamos a atrapar debía ser rápido».
Los investigadores creen que Lugo estaba trabajando por su cuenta y que posiblemente planeaba enviar el dibujo a otra persona.
Weinstein dijo que la pieza es tan extraña que cualquier comprador que intentara obtenerla posiblemente no podría haberla mostrado en público.
«Es tan exquisita y hermosa, además de ser una pieza muy rara de la obra de Picasso», dijo Weinstein. «Lo que no sé es lo que trataba de hacer el ladrón con él, es muy difícil tratar de revenderla para mostrarla».
«Quizá tenía ya a un comprador o no planeó muy bien las cosas», agregó Weinstein.