Proyectiles israelíes hicieron impacto en un hospital en la Franja de Gaza hoy, matando a cuatro personas e hiriendo a 60, dijeron funcionarios palestinos, mientras el ministro israelí de defensa aseguró que la guerra contra Hamas seguirá «hasta lo que sea necesario».
Una docena de proyectiles alcanzaron al Hospital Al Aqsa en el poblado de Deir el-Balá, dijo el funcionario palestino Ashraf al-Kidra. Agregó que cuatro personas murieron y 60 resultaron heridas cuando los proyectiles hicieron impacto en el edificio administrativo, en la unidad de cuidados intensivos y en el quirófano.
La televisora de Hamas Al Aqsa mostró imágenes de los heridos siendo trasladados a la sala de emergencia.
Uno de los médicos en el hospital, Fayez Zidane, dijo a la emisora que los proyectiles golpearon los pisos tercero y cuarto, además de la recepción.
Las fuerzas israelíes dijeron que investigaban el incidente.
Entretanto, el principal dirigente de Hamas en la Franja de Gaza declaró que el objetivo de su agrupación es poner fin al bloqueo de su territorio.
Los comentarios de Ismail Haniye son indicio de que Hamas no aceptará una tregua incondicional como la que propuso Egipto la semana pasada.
«No podemos volver, no podemos volver a la muerte silenciosa que significa este bloqueo… Gaza ha decidido poner fin al bloqueo mediante sangre y coraje».
Horas antes el titular de las Naciones Unidas y el secretario de estado norteamericano viajaron a El Cairo para participar en el mayor intento hasta ahora por poner fin a dos semanas de lucha entre Israel y Hamas que ha matado a por lo menos 510 palestinos y 20 israelíes y ha desalojado a decenas de miles de residentes de Gaza de sus hogares.
Pese a los nuevos esfuerzos por concertar un cese de fuego por parte del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el secretario de estado John Kerry, la aviación israelí siguió atacando viviendas en Gaza mientras Hamas disparó más cohetes y trató de infiltrarse en Israel.
En un ataque israelí, 25 personas quedaron sepultadas debajo de los escombros de una casa en la ciudad de Jan Yunis, incluso 24 de la misma familia.
«¡Veinticinco personas!», se lamentó un miembro de la familia, Sabri Abu Jamea. «¿No indica esto que Israel es insensible? ¿Somos nosotros los que mentimos? Las pruebas están aquí en las refrigeradoras de la morgue».
Mientras tanto, milicianos de Hamas trataron de infiltrarse en Israel por dos túneles. Los militares israelíes dijeron que la aviación mató a diez intrusos.
Hamas también disparó otros 50 cohetes, incluso dos a Tel Aviv, sin causar víctimas ni daños. Desde el comienzo de la ofensiva israelí, Hamas ha disparado unos 2.000 cohetes contra Israel.
Pese al creciente número de bajas, no había indicios de una disminución en la violencia.
El ministro de defensa israelí, Moshe Yaalon, dijo el lunes que estaba preparado a continuar la ofensiva «mientras sea necesario» para detener la lluvia de cohetes y otros ataques desde Gaza.
Israel aceptó una propuesta egipcia de un cese de fuego incondicional la semana pasada, pero reanudó su ofensiva después que Hamas la rechazó.
Hamas dijo que, antes de cesar el fuego, desea garantías de que Israel y Egipto aliviarán significativamente un bloqueo fronterizo de Gaza que ya lleva siete años.
«La resistencia (Hamas) no responderá a ninguna presión», afirmó el vocero de Hamas, Sami Abu Zuhri, en un mensaje de texto, en referencia a los esfuerzos renovados de cese de fuego. Kerry también promueve un cese de fuego incondicional.
El domingo fue el día más mortífero en Gaza desde que estalló el conflicto el 8 de julio, con más de cien palestinos muertos, según funcionarios de salud palestinos.