Investigadores detuvieron el miércoles a dos trabajadores del metro de Moscú tras el descarrilamiento sucedido en hora pico que dejó 22 muertos 136 heridos.
Más de 1.100 personas fueron evacuadas después que un tren descarriló entre dos estaciones en el oeste de la capital rusa.
Ocho personas se encontraban en estado crítico y otras 40 tenían heridas graves, dijo el alcalde de Moscú, Serguei Sobyanin en declaraciones reproducidas por las agencias noticiosas locales.
La principal agencia de investigaciones dijo en un comunicado que había detenido a un supervisor de vías y su ayudante.
Los investigadores dijeron que un cambio de agujas nuevo en el lugar donde la formación se saltó de los rieles no fue instalado en forma correcta durante unas reparaciones realizadas en mayo y estaba sujeto a las vías por un alambre de tres milímetros. Hay otra línea del metro en construcción en las cercanías y el cambio de agujas permitiría desviar los trenes al nuevo túnel una vez finalizada la obra.
Los dos hombres fueron interrogados y los investigadores se aprestaban a formular cargos en su contra, dijo el vocero del comité investigador, Vladimir Markin. No aclaró cuáles serían los cargos.
Aunque los aeropuertos y medios de transporte públicos moscovitas han sido blanco de ataques terroristas desde hace dos décadas, las autoridades negaron enérgicamente que ésta fuera la causa del descarrilamiento.
Ultimamente los trabajadores del metro han denunciado un deterioro de las condiciones de seguridad del sistema y la falta de organización en el socorro a pasajeros heridos.