Según investigaciones de las autoridades, la granada lanzada el pasado 2 de julio contra un camión de agua pura en la colonia Alameda I en la zona 18, fue adquirida en el mercado negro por miembros de pandillas, mientras que continúan las pesquisas para determinar de dónde se obtuvo el explosivo lanzado el pasado viernes en el kilómetro 9 de la ruta al Atlántico.
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Los datos obtenidos refieren que la granada de fragmentación tipo Delay K-400, que mató a una mujer e hirió a diez personas, fue adquirida por delincuentes en el mercado negro, donde estos artefactos pueden llegar a tener un costo de hasta Q3 mil, dependiendo de las condiciones en las que se negoció la compra.
De acuerdo con las fuentes de investigación, no se descarta el extremo que dicho objeto haya sido robados de las mismas entidades de seguridad, pero la hipótesis sigue en fase de investigación.
Por otro lado, en el tema del armamento se indica que la pistola marca Lorcin, calibre 380, que fue decomisada el día de ese atentado, a la adolescente de 16 años, detenida junto a otra joven de 18, presuntas responsables del hecho, en la residencia ubicada en la Manzana “D”, Sector 14, Lote 9 en Lomas de Santa Faz, pertenecía a una empresa de seguridad privada, que reportó el robo el 25 de mayo de 2012, cuando un guardia de seguridad que laboraba en esa institución, abandonó su puesto de trabajo y se llevó la pistola.
Las investigaciones están a cargo del Ministerio Público (MP), del Departamento de Delitos contra la Vida de la Policía Nacional Civil (PNC) y de la División de Investigación y Desactivación de Armas y Explosivos (DIDAE).
Esta mañana, el ministro de Gobernación (Mingob), Mauricio López Bonilla, dijo que en dos años y medio se han incautado unos 180 artefactos explosivos.
CONTINÚAN PESQUISAS
En el caso del atentado suscitado el 11 de julio en el kilómetro 9 de la ruta al Atlántico, las pesquisas continúan, pues según las autoridades aún no es posible revelar otros detalles.
En este hecho, ocho trabajadores resultaron heridos, entre ellos seis guardias y el piloto y el ayudante de un camión repartidor de bebidas.
De acuerdo con la información, se sabe que este caso también está vinculado a la extorsión y se han contemplado diferentes escenarios, pero las hipótesis más fuertes son: que pueden ser estructuras de la delincuencia organizada, pero también se sospecha de otra que funciona a lo interno de la institución.
Las autoridades lamentaron que el pasado viernes, el jefe de seguridad privada de dicha empresa recogiera la espoleta del explosivo, pues estos detalles son parte de las investigaciones que pueden aportar importante información.